El técnico del Durán Maquinaria Ensino disculpa la irregularidad y cree que el despegue del equipo «es cuestión de tiempo»
13 dic 2022 . Actualizado a las 20:38 h.Antonio Pernas (Madrid, 1978) es un hombre gentil y aparentemente justo. Hijo de emigrantes mariñanos, el baloncesto lo ha asentado en la tierra de sus orígenes y está feliz, tanto en Lugo como al frente de un Durán Maquinaria Ensino aún irregular y para el que pide tiempo. El estratega madrileño tomó posesión del banquillo rojillo el pasado verano avalado por más de una década de trayectoria en diferentes clubes de lo alto de la pirámide del baloncesto femenino español y con dos ascensos a la élite en su haber. El futuro que imagina es próspero.
—Superado el primer tercio de competición, es buen momento para hacer balance. Adelante.
—Es positivo. Los números a estas alturas son los que más o menos merecemos. Además, competimos frente todos los rivales a los que nos enfrentamos excepto ante el Cadi La Seu y el Gran Canaria, que nos sacaron literalmente del campo. Ganamos al Avenida, dimos la cara ante el Girona y el Valencia... La versión del equipo es una versión competitiva, de jóvenes que quieren tener un hueco en esta liga y que lo demuestran en el día a día, pero quizás estemos pecando de inexperiencia en los momentos claves de los partidos.
—Les falta regularidad. ¿Qué otros problemas encuentra además de la bisoñez de la plantilla?
—La liga está tremendamente competida y ya no es solo un trabajo nuestro progresar en la clasificación, que también, evidentemente. Nuestro gran problema es la inexperiencia. A las jugadores jóvenes les puedes pedir valentía, que se atrevan, pero no que sepan gestionar los momentos decisivos de los encuentros. El equipo tiene que ir creciendo en ese sentido.
—¿Cuánto margen de mejora tienen?
—Mucho, muchísimo. Estamos con dos bases que nunca han jugado en la categoría y, aun así, están haciendo un papel extraordinario; Blanca Millán está asumiendo un rol excepcional que nunca había tenido antes en sus equipos, lo mismo que Paula Ginzo o Alba Prieto, Son muy jóvenes para tener esa importancia en un equipo de la primera liga. Luego hay que acoplar a jugadoras como Segura, Giomi... Llevamos solo dos meses de competición y claro que tenemos margen. Y todo va a pasar por la mejora individual de las jugadoras.
—¿Le preocupa que el equipo baje los brazos si el despegue se demora más de lo previsto?
—Convivo con ellas en el día a día y veo las mejoras, las irregularidades... Es una cuestión de tener paciencia con el grupo. Tenemos el peor porcentaje de tiro de la liga y aun así fuimos capaces de ganar ya cinco partidos. Eso quiere decir que hay mimbres, pero necesitamos tiempo. También hay que recordar que las lesiones tampoco nos están ayudando a progresar.
—¿Qué derrota afectó más al vestuario?
—El partido ante el Cadi La Seu fue un buen punto de inflexión. Fuimos capaces de competir con un equipo de Eurocup en la primera parte y en la segunda nos sacaron del campo. Esta derrota nos enseñó que si nos despistamos varios minutos cualquiera nos puede pasar por encima. Prácticamente fue la misma sensación que tuvimos el pasado fin de semana en Gran Canaria.
—Lo peor de ese último encuentro no fue el marcador, sino la lesión de Blanca Millán. ¿Ya hay diagnóstico?
—Hoy [por ayer] le hicieron la resonancia.
—Pinta mal, creo.
—Pinta a rotura de cruzado. Mañana [por hoy] sabremos el diagnóstico. Si finalmente fuera solo un esguince te invito a comer.
—Hecho. Sin Blanca, el Ensino será un equipo más vulnerable.
—Para nosotros es una jugadora clave por todo lo que aporta, que es muchísimo.
—¿Britany Miller se quedará hasta final de temporada?
—Su relación con el club es temporal. Renueva su contrato mes a mes y hasta finales de diciembre va a seguir con nosotros. Después ya veremos. Dependerá de muchas cosas.
—Quedan solo cuatro jornadas para el final de la primera vuelta y hasta el antepenúltimo clasificado tiene opciones de jugar la Copa. Lo nunca visto.
—Es increíble.
—No le creeré si me dice que no ha echado cuentas.
—Claro que las hice. Además es una motivación extra para las jugadoras
—¿Y? ¿Cuántas victorias necesitarán?
—Hay que ganar al menos tres partidos de los cuatro.
—¿Es posible?
—Claro que sí, podemos hacerlo.
«Aquí me he encontrado gente con mucha vocación que vive por y para el club»
Basta con acudir a alguna de sus intervenciones, antes o después de un encuentro, para notar que Antonio Pernas disfruta con la pizarra y es feliz en Lugo.
—Aunque tiene una larga trayectoria en el baloncesto femenino, nunca había entrenado en Galicia. ¿Tenía ganas?
—Sí, la verdad que sí. Tanto mi familia como yo estamos muy contentos en Lugo. Nos adaptamos muy rápido a la ciudad, a su gente, a sus costumbres, al club... Y al tiempo, ja, ja, ja.
—Tiene raíces en A Mariña. ¿Dónde exactamente?
—Mis padres son de Alfoz, de una parroquia que se llama Bacoi. Nuestra casa familiar está justo enfrente de la iglesia. Mi padre se dedicaba a llevar gente que emigraba de Galicia a Madrid y allí decidió irse él también con mi madre.
—¿Le ha sorprendido algo del Ensino?
—Es un club perfectamente organizado, con gente con mucha vocación que vive por y para el club. Desde Manuel Durán, pasando por Miguel o Juan Nécega, hasta Cata Pollini, que se desviven por el equipo y por las chicas. Todos se vuelcan en ofrecernos los mejores medios y las mejores posibilidades, y eso es un gustazo. No me lo he encontrado en muchos sitios.
—Su fichaje fue una sorpresa porque la continuidad de Fernán Varela estaba prácticamente hecha. ¿Tenía compromiso con algún equipo cuando le llamó el Ensino?
—Había roto el contrato que tenía con el Estepona y estaba tan a gusto en mi casa. No me planteaba volver a entrenar, pero en cuanto me llamaron del Ensino y me expusieron las ideas que tenían de equipo, de juego y demás, me engancharon. Rápido alcanzamos un acuerdo.