Russell, un merecido ganador en una carrera de héroes y villanos

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

Fernando Bizerra | EFE

El británico logró su primera victoria en fórmula 1 en un tumultuoso GP de Brasil en el que dominó a Hamilton y Sainz, con épica remontada de Alonso

13 nov 2022 . Actualizado a las 21:04 h.

Mercedes ha vuelto. Tarde, porque ya no pueden hacer nada más allá que luchar por el subcampeonato, pero han demostrado a lo largo del fin de semana del Gran Premio de Brasil que sin un Red Bull que sale seriamente tocado, ellos pueden ser campeones. El ganador no fue el de siempre, sino George Russell, que por fin logró su primera victoria en fórmula 1 y que no se lo podía creer.

Lewis Hamilton, segundo, aceptó con deportividad y alegría por su compañero el resultado, aunque no fue el soñado por él. Puede dar gracias, porque en esta carrera estuvo muy cerca de quedarse fuera a las primeras de cambio por culpa del malo, malísimo, del gran premio en Interlagos. Hay una frase muy famosa de una película de superhéroes que apunta a que «O mueres como un héroe o vives lo suficiente para verte convertido en un villano». Y está claro que Max Verstappen, el rey de este año, se confirmó como un mal deportista tanto con sus rivales como con su propio compañero.

Verstappen, el bicampeón todopoderoso de este año, mostró su frustración contra Hamilton en los primeros giros. En la reanudación tras el primer coche de seguridad, provocado por un golpe de Daniel Ricciardo a Kevin Magnussen, el poleman, porque así ha quedado bautizado en el formato esprint del viernes. El neerlandés de Red Bull demostró que no hace prisioneros y en las difíciles S de Senna, donde Hamilton no le dejó espacio, intentó abrirse paso a base de codazos. En el toque con el heptacampeón, su rival hace 365 días, fue él quien salió más perjudicado con el alerón tocado y una sanción de cinco segundos.

Pero mucho peor fue lo que hizo Verstappen en las últimas vueltas. Cuando estaba peleando por alcanzar a Fernando Alonso, uno de los héroes de la carrera, por el quinto puesto, le pidieron que dejara pasar a Sergio Pérez para que sumara un punto más en su caza por el subcampeonato del mundo. Verstappen se negó. «Ha demostrado la persona que realmente es», replicó Checo, al que su propio equipo le perjudicó con una pésima estrategia. El mexicano no perderá el subcampeonato, si lo pierde, por esta carrera, pero desde luego se ha echó en falta un poco de compañerismo que a la inversa sí se ha producido a lo largo de la temporada que acabará en Abu Dabi en dos semanas. «Si tiene dos campeonatos, es gracias a mí», replicó el piloto de Guadalajara después de la carrera. La paz en Red Bull ha saltado por los aires.

En una carrera llena de líos, Carlos Sainz fue uno de los ganadores. El madrileño acabó tercero para lograr el décimo podio de la temporada, en el que dejó claro que sin Charles Leclerc (afectado por un golpe de Landon Norris, que acabó abandonando posteriormente), puede ser un líder para Ferrari si nada falla. Esta vez no hubo problemas graves en boxes —tuvo un pequeño susto con un plástico de las viseras que le entró en los frenos—, ni estrategias raras y pudo acabar en el cajón. Buen botín para él.

Alonso, del 17º al quinto

En una carrera en la que Fernando Alonso salía 17º, acabar quinto es toda una heroicidad sin paliativos. Primero porque supo adelantar a su compañero Esteban Ocon en pista sin tocarse en las primeras vueltas, algo que era razonablemente posible después de lo visto el sábado. Después, porque la estrategia a tres paradas le obligó a hacer cuatro relevos al esprint pese a que en una de ellas un problema con el neumático trasero izquierdo le hizo perder unos segundos muy valiosos. El undercut que había conseguido meterle a cuatro rivales se esfumaba.

La clave estuvo en la recta final de la carrera. Tras el segundo coche de seguridad (causado por el abandono de Norris), se encontró con mejor ritmo, mejores ruedas, mejor estrategia. y detrás de Esteban Ocon. Al francés le tuvieron que dar una orden directa para evitar tentaciones, lo que da una buena muestra del talante que tiene Ocon como compañero. «No pelees con Fernando», le indicaron, pese a sus quejas y lamentos de que les dejaran correr. La limpieza que faltó en otras ocasiones, como recordaba Alonso tras la sesión del sábado y el propio domingo —«Al menos no hemos chocado»— la tuvo en esta carrera a regañadientes.

Las guerras internas de los equipos estarán presentes en la última carrera de la temporada 2022, tanto en Red Bull, cuando nadie lo esperaba, como en Alpine. Cuando la fórmula 1 se tranquiliza en pista, se calienta fuera.