Roger Federer, la elegancia hecha tenis

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Gonzalo Fuentes | REUTERS

El suizo siempre será recordado por la plasticidad de sus golpes, la elegancia de su figura en la pista y su movilidad propia de un bailarín profesional

15 sep 2022 . Actualizado a las 19:27 h.

 Se retira una leyenda deportiva, un tenista con una carrera de ensueño, un jugador con una elegancia inigualable. Roger Federer es un personaje admirado y querido por todos los públicos del mundo que disfrutaron de su tenis durante más de dos décadas y un ejemplo de deportividad. Como júnior destacó por sus condiciones tenísticas, pero en esa etapa, su personalidad era errática y estrambótica.

En la pista no se comportaba bien, con malos gestos y roturas de raqueta. Fuera de ella se caracterizaba por sus bromas y bufonadas. La muerte en accidente de Pete Cárter, el entrenador que lo formó técnicamente, la etapa que entrenó con Lundgren, y sobre todo el conocer en el 2000 a Mirka Vavrinec, fueron hechos decisivos para el cambio total de su personalidad.

Roger nunca ha ocultado la enorme influencia que Mirka ha tenido en su trayectoria. Entre otras cosas, el seguir tantos años en activo viajando con una familia de 4 hijos, algo insólito en el circuito profesional.

Sus 20 títulos de grand slam, sus muchos años como número 1 del tour, donde logró vencer en más de 100 torneos, su victoria en la Copa Davis…, pero por encima de su fantástico palmarés, la figura de Roger Federer, siempre será recordada por la plasticidad de sus golpes, la elegancia de su figura en la pista y su movilidad propia de un bailarín profesional.

Sus duelos con Nadal y Djokovic pasarán a la historia del tenis como partidos a recordar por todos los aficionados, pero cuando alguien piense en la perfección, a la mente le vendrá el saque de Federer, su derecha, su volea, la versatilidad para conseguir golpes imposibles, la perfecta estética de sus desplazamientos por la pista, la facilidad y naturalidad con la que jugaba y el autocontrol que demostraba con su comportamiento en pista, siempre respetuoso con sus rivales, árbitros y públicos.

Todos queríamos que siguiese jugando, pero la lesión de rodilla puso fin a su amor por la competición. En el 2018 ganó su último grande. Desde hace más de un año, la rodilla le impide jugar en condiciones, y con 41 años sus posibilidades competitivas son imposibles para su nivel.

La Copa Laver, una gran competición que él puso en marcha, será su última participación como tenista profesional y donde pondrá el broche de oro a 24 años de carrera. Nadie quería que llegase este momento, pero la ley de la vida con el paso de los años es inexorable. Rafa, Novak, a todos los grandes les llegará este momento, y serán relevados por nuevas generaciones como la que encabeza Alcaraz.

A todos se les recordará por sus estilos particulares y con la controversia de cual ha sido el mejor, algo que en mi opinión es imposible de evaluar, teniendo en cuenta las diferentes características de cada época. Lo que no cabe duda es que el nombre de Roger Federer, siempre estará entre los grandes de la historia, y desde los más antiguos hasta ahora, hay una total coincidencia en que ha sido el jugador con el tenis más elegante que se recuerda, y de los que se pueden poner como ejemplo de deportividad y de amor al juego.

El enorme cariño que le han demostrado todos los públicos del mundo sin excepción, son el mayor homenaje y reconocimiento que en un momento triste pero inevitable como este, tienen que llenar de orgullo a Roger Federer.