Se impuso en los penaltis de una final dramática al Kielce polaco y revalidó en Colonia la Liga de Campeones conquistada el año pasado
19 jun 2022 . Actualizado a las 22:38 h.El Barça de balonmano hizo historia al conquistar ayer por segundo año consecutivo la final a cuatro de la Liga de Campeones y convertirse en el primer equipo que repite la máxima corona continental desde la instauración de este modelo en la temporada 2009-10.
Se alzaron con su undécima Copa de Europa los azulgranas tras una final agónica, tremenda y extraordinaria, que se tuvo que decidir en los lanzamientos de penalti después de acabar la prórroga con empate (32-32). En la tanda decisiva desde los siete metros, el equipo catalán se impuso por 5-3.
En una final inolvidable por su inusitada emoción y la máxima igualdad reinante en todo momento, el equipo de Carlos Ortega, que se estrenaba esta campaña en el banquillo azulgrana con el complicado reto de igualar lo logrado por Xavi Pascual, revalidó el título conseguido la temporada pasada para dar otro paso más en su crecimiento. Tras dejar en el camino al Kiel alemán en la semifinal, fue capaz de vencer nada menos que a un Kielce forjado a golpe de talonario, que había superado al poderosísimo Veszprém húngaro el sábado. El campeón polaco, entrenado por Talant Dujshebaev y en el que juega el portero gallego Rodrigo Corrales, no levanta el trofeo desde el 2016.
El Barça afrontó su tercera final seguida y la 16.ª de su historia. Pudo caer el título del lado de cualquiera, ya que tanto los españoles como los polacos hicieron méritos para celebrarlo, pero la incertidumbre fue tal que el desenlace se tuvo que decidir en el drama de los penaltis. En la suerte final, Fábregas anotó el quinto y definitivo, aprovechando el acierto que antes tuvo Gonzalo Pérez de Vargas para desviar el tiro de Álex Dujshebaev.
No podía ser otro el que fallase, en una de esas casualidades del destino que depara el mundo del deporte al situar a dos amigos y compañeros de selección frente a frente. El portero volvió a ser clave, como ya había ocurrido la pasada temporada, al ser designado el MVP de la final para romper la igualdad y la maldición de un campeón en racha y capaz de levantar su undécima Liga de Campeones.
En el partido por el tercer puesto, el Kiel alemán acabó tercero, también desde la tanda de penaltis (34-34), gracias a las intervenciones de su portero Niklas Landin.
Ficha técnica:
Barcelona: Pérez de Vargas; Áleix Gómez (9, 5p), Dika Mem (5), Fábregas (1), Cindric, N’Guessan (4), Ángel Fernández (3) —siete inicial—; Petrus (1), Richardson (2), Makuc (1), Janc (1), Ariño (2), Lángaro (1), Ben Alí (1), Alí Zein (1) y Leo Maciel.
Kielce: Wolff ; Moryto (5, 4p), Vujovic (3), Gebala, Karacic (1), Nahí (2), Sánchez Migallón —siete inicial—; Kulesh (4), Sicko (3), Tournat (2), Álex Dujshebaev (4), Karalek (4), Daniel Dujshebaev (4), Paczkowski y Kornecki.
Marcador: 4-2, 6-3, 8-6, 10-8, 12-12, 14-13 (descanso), 16-16, 19-18, 20-21, 23-24, 25-25, 28-28 (final del tiempo reglamentario), 30-29 y 32-32 (final de la prórroga).
Árbitro: Gubica y Milosevic (Croacia). Excluyeron a Petrus, Ángel Fernández y Ali Zein, por el Barça, así como Dujshebaev, Nahí, Karalek y Gebala, por el Kielce.