Nadal busca su decimocuarto Roland Garros ante Ruud, alumno de su academia, también especialista en tierra y que ya está entre los diez mejores del mundo
05 jun 2022 . Actualizado a las 09:53 h.Superados los difíciles presagios por la lesión de su pie y las complicaciones que le deparaba el cuadro, Rafa Nadal ha conseguido estar en la gran final para optar a su decimocuarto título en Roland Garros y su vigésimo segundo grand slam.
Y si el mallorquín ha logrado sortear todas esas dificultades, no cabe duda de que el rival con el que va a disputar la final, el noruego Casper Ruud, parece, a priori, mucho más fácil de superar que los adversarios anteriores, ante los cuales la suerte que hay que tener cuando se gana un grande le ayudó con la desgraciada lesión de Zverev en el partido de semifinales, un choque complicado para el español y que prometía récord de duración si seguía las pautas hasta el momento de la caída del germano.
el adversario
Regularidad y progresión
Estaba claro que por la parte baja del cuadro había muchos jugadores que soñaban con alcanzar la final, principalmente Tsitsipas, pero al final fue Casper Ruud (23 años) el que lo consiguió, tras vencer en cuatro sets a Tsonga, a Rusuvuori, en cinco sets a Sonego y en cuatro a Hurkacz, Rune y Cilic.
El noruego no ha parado de crecer en los últimos tiempos, es un jugador muy regular y seguro pero, en mi opinión, sin las características necesarias para superar a Rafa Nadal en un partido de tanta importancia como el de esta tarde.
bagaje
La experiencia y el catálogo
Para analizar el partido, habría que reseñar algunos datos importantes: el primero es que Ruud no ha pasado nunca de la cuarta ronda en un grand slam, es decir, su experiencia en este marco y en tipo de encuentros es nula.
El segundo es que los dos jugadores nunca se han enfrentado en un partido oficial. Sin embargo, que Ruud tenga su centro de entrenamiento en la Academia de Nadal, trae como consecuencia que ambos jugadores se han entrenado juntos frecuentemente, lo que sin duda, con el asesoramiento de Toni Nadal, ha influido en su progresión. Pero también es cierto que Rafa lo conoce perfectamente y la capacidad de análisis de Nadal es una de sus principales virtudes a la hora de elegir el plan de juego según el rival.
En tercer lugar, para poder ganar a Rafa en la Chatrier, si no sucede algún percance, hay que desbordarlo, tener golpes muy agresivos y dominarlo, cosa más que difícil en un partido de cinco sets. Ruud es un jugador bastante completo, pero sin ningún golpe especialmente destacado que ponga en peligro a Rafa.
espejo
Duelo contra el ídolo
A pesar de todo estos condicionantes, Ruud, que sigue las pautas de Nadal, su ídolo, en aspectos como la humildad y el trabajo constante, ha tenido el premio de pasar del puesto número 143 del ránking cuando comenzó a entrenar en la academia de Nadal, al puesto 8 que ostenta en la actualidad. En los dos últimos años se ha convertido en el jugador más consistente en tierra, con 65 victorias, logrando siete títulos y disputado ocho finales. Son resultados que generan respeto a una trayectoria en continua progresión.
Hoy no tiene nada que perder, y sí la oportunidad de batir a su ídolo en su escenario y en el partido en el que va a tener sobre sí la mayor atención mediática de su vida. Pero enfrente va a estar un Rafa Nadal que, después de lo pasado últimamente, se juega uno de los partidos más importantes de su trayectoria: primero porque (ojalá no), puede ser uno de los últimos; segundo, por seguir ganando la admiración y la emoción de los aficionados que asisten incrédulos a sus continuas hazañas; tercero, porque conseguir el título ampliaría su increíble palmarés.
En definitiva, una final en la que, si no pasa algo raro, Rafa Nadal conseguirá una vez más engrandecer una trayectoria absolutamente excepcional, para disfrute de todo el mundo del deporte.
