¿Por qué Arsenio Iglesias es un mito del Hércules de la época dorada?

DEPORTES

Hércules de Alicante

El «Bruxo», embajador del centenario del club de Alicante llevó al equipo a Primera División, donde logró su mejor clasificación histórica

11 mar 2022 . Actualizado a las 11:16 h.

La pasión por el Zorro de Arteixo supera las fronteras gallegas. En el Mediterráneo le guardan un cariño muy especial. Arsenio Iglesias, antes de conquistar definitivamente al Deportivo desde un banquillo, triunfó en otro equipo blanquiazul. De la mano del técnico, el Hércules logró el mayor hito en su historia.

Arsenio Iglesias (Arteixo, 1930) desembarcó en Alicante en 1973. Era el estandarte del proyecto deportivo del club. El hombre al que José Rico Pérez (que luego dio nombre al estadio) había confiado su suerte para lograr el objetivo: ascender a Primera División. «Fue una apuesta importante. Era una persona que representaba lo que se quería para ese ascenso y la nueva etapa», explica Manuel Palomar, presidente de la Comisión del Centenario del Hércules. Y lo hizo como mejor sabe, a lo grande. En su primera temporada a los mandos, logró lo prometido. Tras siete largos años, el conjunto herculano volvió a la máxima categoría del fútbol nacional.

Un gran acontecimiento que el Bruxo no hizo más que acrecentar. Y es que, en la campaña siguiente, dejó atrás a equipos como Atlético de Madrid o Athletic Club para situarse en el quinto puesto. El Hércules rozó con las yemas de los dedos Europa. Y logró su mejor clasificación histórica, hasta la fecha, en Primera. «Terminaron quintos con Arsenio en el banquillo. Eso es algo impensable para un club tan modesto como el Hércules. Él forma parte de esa historia que, aunque hayan pasado muchos años, ha sido la mejor época del club», comenta Pedro Vera, jefe de Deportes de Ser Alicante.

Juan Antonio Carcelén disfrutó la etapa del equipo valenciano en Primera. Y también de Arsenio. «Yo tuve la suerte de estar con él durante todo su tiempo allí. Fue un año muy completo. Una primera temporada fantástica para el equipo. Fue muy bonito», recuerda con nostalgia el exjugador.

Pero no solo destacó su primera campaña en la máxima categoría. «Las dos primeras temporadas fueron magníficas, y la verdad es que la plantilla era excepcional», recuerda Palomar. Y en eso, Arsenio tuvo mucho más que ver de lo se cree. Fue el encargado de proponer a los futbolistas idónes para confecciona aquella plantilla, y eso es algo que la afición no olvida. «Entre él y Rico Pérez hacían fichajes de jugadores que sabían que iban a funcionar. Eran jugadores que daban un rendimiento extraordinario», añade Vera. 

«Es considerado en Alicante el mejor entrenador que ha tenido el Hércules en estos 100 años de historia, así lo reconocen los aficionados del equipo», afirma Palomar. Razones de peso por las que han nombrado a Arsenio Iglesias embajador del centenario del club. «Gracias a él, el equipo estuvo bastantes años consecutivos en Primera», expone Vera. Y es que cuatro temporadas le bastaron para «dejar una huella muy grande. Es una persona totalmente incuestionable, muy querido por todos nosotros», cuenta el presidente. «Sus temporadas al frente son la referencia del Hércules. Es el punto más importante de la historia del club», subraya Palomar. Y por mucho que hayan pasado los años, el cariño hacia su figura se sigue notando. Palomar relata que el nombramiento del gallego ha tenido un impacto «inigualable» respecto a otros embajadores (el club designará a un total de 100 personalidades).

Pero el cariño es recíproco. Y así se lo ha trasladado la familia del entrenador. «El hijo de Arsenio nos dijo que su padre siempre ha recordado su época aquí como una de las más bonitas que pasó como entrenador», expresa Palomar. Convirtió Alicante en Arteixo, porque en la terreta se sintió «como en casa». 

Arsenio Iglesias, un entrenador recto

Sacar lo mejor de tus jugadores está al alcance de muy pocos. Y Arsenio lo logró. «Lo consiguió. Creo que es muy difícil, y casi lo más importante que se puede hacer como entrenador», explica Carcelén. El albaceteño, muy joven, formó grandes recuerdos junto a él. «Me parecía un gran entrenador, un hombre muy recto y riguroso a la hora de tratar con la gente. Pero también tenía su lado más suave», afirma.

«Todos me dicen que era un hombre con unas ideas claras de fútbol, y muy tozudo. Si él decía que había que ganar, lo hacían, por lo civil o por lo criminal», añade Vera, basándose en lo que le contaban jugadores del Hércules de la época. Jugadores a los que también dejó marcados para siempre. «Para mí ha sido de los mejores, si no el mejor, entrenador que he tenido», concluye Carcelén.