El ariete de Silleda firma más del 62 % de los goles de su equipo en este curso
05 ene 2022 . Actualizado a las 00:06 h.José Luis Sanmartín Mato (Stuttgart, 1990) siempre ha sido de esos futbolistas que tienen el gol entre ceja y ceja. De niño, en el destino de la migración de sus padres y ya de vuelta a Silleda, las primeras patadas del pequeño tenían una vocación atacante que no tardaron en ver numerosos analistas balompédicos, incluidos los de un Celta que lo reclutó con solo 13 años.
Con todo, esta temporada va camino de convertirse en su mejor actuación en La Liga, ya rebasada la treintena. Sus 10 goles en la primera vuelta están a punto de igualar los 11 de su tope en las dos anteriores y, lo que es más importante, mantienen con vida a un Alavés titubeante. El porcentaje es elocuente, puesto que representan el 62,5 % de los que materializó su equipo en el torneo regular.
Volviendo a sus inicios, fue otro delantero de raza, el búlgaro Stoichkov, quien comenzó a incluirlo en los entrenamientos de la primera plantilla celeste y Eusebio Sacristán lo hizo debutar en Segunda División, con 19 años recién cumplidos. En esa escuadra estaba Roberto Trashorras, hoy entrenador del juvenil B del Lugo: «Desde que lo vi, me llamó la atención lo bien que dominaba el balón con las dos piernas. Pese a su altura, se asociaba bien de cerca, hacía paredes y muy buenos desmarques. Y después ha mejorado otras facetas de su juego».
Ramón Martínez recomendó su fichaje para el Real Madrid y, tras cerrar el curso 10/11 con 14 goles en el Castilla, Mourinho lo alineó en la última jornada de la máxima categoría. Sustituyó a Benzema en el minuto 84 y en el 87 firmó el 8-1 ante el Almería. Al año siguiente, no participó en la Primera División, pero fue el estilete del Castilla, campeón de Segunda B. Su tarjeta fue de 19 dianas, más otras siete en postemporada, en una delantera en la que formaba tridente con Morata y Jesé.
Sin hueco en el primer equipo merengue, Joselu se instaló en Alemania como antes habían hecho sus padres. Fue titular en el Hoffenheim, compartiendo vanguardia con Roberto Firmino, y también asiduo en las formaciones del Eintracht Frankfurt y el Hannover 96. Sus 22 goles en tres ediciones de la Bundesliga le dieron el pasaporte a la Premier League. En el Stoke City, Mark Hughes no confió en él y al año siguiente volvió a Galicia para enrolarse en el Dépor. Gaizka Garitano tampoco le dio mucha bola y los minutos que le concedió Pepe Mel elevaron su producción a 5 tantos. De ahí a su segunda etapa inglesa, en la que no logró convencer a Rafa Benítez en el Newcastle.
En Vitoria ha sido habitual en el once titular con seis entrenadores en dos años y medio
Con un bagaje importante en tres de las mejores ligas de Europa, Joselu puede decir que Mendizorroza ha sido su paraíso. Llegó al Alavés en la campaña 19/20, con Asier Garitano en el banquillo, aunque López Muñiz lo ocupó en las últimas cuatro jornadas. El gallego jugó de salida en 31 de sus 36 encuentros disputados y marcó once goles. Los mismos que alcanzó al año siguiente, entrenado por Machín, Abelardo y Calleja. Actuó en 37 partidos, 34 de inicio. Con el mismo Calleja y el recién llegado Mendilibar, suma ahora 17 titularidades en 19 duelos, para la decena de tantos anotados.
Para un Trashorras que conoce bien a Joselu, una de las claves de su éxito en Vitoria es que «supo adaptarse a un equipo que busca las contras y los centros al área, por eso lo encuentran con mayor facilidad que a otros delanteros». Esa capacidad tradujo 7 de sus goles en 9 de los 16 puntos del cuadro babazorro.