Vídeo sexual
El fichero acabó en el ordenador de Angot, que lo mantuvo guardado hasta que meses más tarde necesitó pagar una deuda. Junto a Mustapha Zouaoui, conocido por proporcionar productos de lujo a los futbolistas y varias veces condenado por chantaje, ideó un plan para obtener una compensación de Valbuena. La idea era informar al marsellés de la existencia del vídeo a través del exjugador Djibril Cissé y, al tiempo, proponer la ayuda de Angot para borrarlo, algo que debía estimular la generosidad del jugador. Pero Valbuena no reaccionó, por lo que acudieron a otro hombre de confianza de futbolistas, Younes Houass, que en junio lo llamó en varias ocasiones. En lugar de aceptar el chantaje, el jugador del Marsella acudió a la policía que, a partir de ese momento, comenzó a intervenir conversaciones telefónicas.
Amigo de la infancia
Así supieron que los presuntos chantajistas entraron en contacto con Zenati, quien, a su vez, pidió la intervención de Benzema. Durante la instrucción del caso, el madridista reconoció haber mantenido esa conversación en Clairefontaine, pero afirmó que lo hizo con la única intención de ayudar a Valbuena, el cual lo interpretó de forma diferente, como una presión para hacerle pagar. Las conversaciones telefónicas posteriores de Benzema y Zenati, intervenidas por la policía, dejan al madridista en mal lugar, ya que en las mismas trataba a Valbuena de «maricón» y aseguraba que se «había tragado» la presión a la que había sido sometido. Benzema reconoció durante los interrogatorios haber dicho a Valbuena que él mismo había visto el vídeo, algo que posteriormente negó, una mentira que la acusación interpreta como un intento de incrementar la presión para que pagara. El juicio servirá también para ver el reencuentro entre Benzema y Valbuena, separados desde entonces, primero por las medidas cautelares impuestas por la justicia y, posteriormente, por una creciente animadversión.