En algo más de una hora, Nadal ya había finiquitado las dos primeras mangas por sendos contundentes 6-1. Como si tuviera más prisa aún por la amenaza del cielo, el exnúmero uno del mundo acumulaba ya 20 ganadores para desarbolar al japonés siempre a remolque y que ni siquiera sacó provecho al break del segundo parcial con el que igualó momentáneamente el marcador.
Tampoco pudo mantener la igualdad Nishikori al inicio del tercer parcial, jugado ya con la clara amenaza de la tormenta. Nadal volvió a romper pronto y no bajó el ritmo en un intento de finiquitar el partido y evitar el aplazamiento. Pero tras ponerse 4-2, le ordenaron marcharse y esperar a que el tiempo mejore para sentenciar su duodécima semifinal en París, una ronda en la que nunca ha perdido y en la que se mediría al ganador del duelo entre Roger Federer y Stanislas Wawrinka, más apretado y con dominio del primero por 7-6(4), 4-6, 7-6(5) y 3-3.