La Policía Nacional detuvo a González Atanes, expresidente del Ourense, y a Feliciano Romero, actual dirigente del club que milita en la Primera Galicia
11 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Grupo Operativo de Extranjería de la Policía Nacional detuvo a tres personas como presuntos autores de falsificación documental, favorecimiento de la inmigración ilegal y pertenencia a grupo criminal, en Verín. Y pronto saltaron a la palestra los nombres de dos de ellos, bien conocidos en la comarca, por su vinculación al fútbol aficionado y porque Alberto González Atanes -abogado y empresario- está muy ligado a su tierra natal, pese a que su despacho radica en Madrid desde hace años. Fue además presidente del desaparecido Club Deportivo Ourense y es dueño de la atalaya del castillo de Monterrei, que se halla en ruinas desde hace siglos.
Por su parte, Feliciano Romero preside el Monterrei CF desde hace lustros y es la cabeza visible de una emisora de radio, en la cual atesora una experiencia de casi tres décadas en el medio.
Según fuentes cercanas a la investigación, los hechos que motivan la misma arrancan con una denuncia efectuada el pasado mes de mayo, cuando se personó en dependencias policiales de Verín un hombre que manifestó sentirse engañado a su llegada a España para jugar en un equipo de fútbol, además de que le habían asegurado un puesto de trabajo, después de que él mismo tuviera que pagarse el billete para realizar el viaje.
En su relato, argumenta que las condiciones variaron a su llegada a tierras verinenses, donde lo llevaron a un piso con otros jóvenes en su misma situación, haciéndoles pasar «hambre y frío». En la denuncia también figura que «le proporcionaron información de cómo engañar a la Policía y obtener el NIE para poder darle un contrato de trabajo y jugar en otros clubes». Según el mismo jugador, también le propusieron que «para conseguir la nacionalidad se casase con una chica nacional, a lo que la víctima se negó».
El Grupo de Extranjería identificó a las tres personas detenidas, así como a siete jóvenes traídos para jugar al fútbol y que se alojaron en el mismo piso de la víctima, además de otros dos llegados a España por la misma vía.
En el caso del Monterrei CF, en los últimos años ha jugado más de un africano, si bien en la última temporada, la única licencia diligenciada fue la del senegalés Ousmane Diop, que no terminó la campaña liguera, al abandonar el club en enero en dirección al Vila Real luso. También pasaron por el campo de Rozavales, en el recién finalizado curso deportivo, el mexicano Abraham Alberto Sánchez y el argentino Lucas Nahuel Benítez, pero tampoco llegaron a la conclusión del calendario liguero. En el seno de la entidad, enfrascada en la organización del próximo ejercicio, se sorprendían de la noticia y admitían que no pudieron contactar con su presidente a lo largo de toda la jornada. Y es que Romero y González Atanes fueron trasladados a la capital ourensana para prestar declaración.