Ricardo López Felipe: «Tengo las ideas muy claras»

jOSÉ VALENCIA FERROL / LA VOZ

OPA RACING

CESAR TOIMIL

El nuevo entrenador del Racing de Ferrol llega ilusionado, firma solo hasta junio, aunque asegura que quiere quedarse muchos años

03 ene 2018 . Actualizado a las 13:49 h.

Ricardo López Felipe (Madrid, 31 de diciembre de 1971) es el nuevo técnico del Racing de Ferrol hasta el final de liga, apenas seis meses. Es lo que firmará en su contrato, aunque su intención es quedarse más tiempo, crecer y hacerse un hueco como entrenador en el fútbol español. Al igual que otros expreparadores racinguistas, Luis César, Manolo Sánchez Murias, José Manuel Aira o Miguel Tena, a quien sustituye, Ricardo López llegó al cargo sin experiencia en los banquillos, aunque le sobra sabiduría en el fútbol. Más de 440 partidos en la élite. Entre otros clubes, fue portero del Atlético de Madrid, Osasuna, Valladolid y Manchester United, a donde lo llevó Sir Alex Ferguson y en donde coincidió con cracs como Beckham, Giggs, Scholes, Neville o un Gerard Piqué que ya despuntaba. Tardó en colgar las botas, se retiró con 41 años y ostenta el récord de ser el jugador más longevo en jugar en Primera. Estuvo en el Brujas con Juan Carlos Garrido, viajó a Japón de la mano de Javier Aguirre, para trabajar con la selección nipona, y en el último año fue el director de la escuela del Arsenal en Tokio. El Racing será su debut como primer entrenador.

-El Racing suma trece jornadas de liga sin ganar y ocupa una de las plazas de descenso a Tercera. ¿Por qué acepta el cargo?

-Tan pronto me retiré, noté el gusanillo de entrenar. Lo tenía claro. Estudié todo lo que pude y hasta me centré en la Segunda B. Es una categoría ideal para un futbolista que se acaba de retirar. Llamé a muchas puertas y el Racing fue una de ellas. He venido a jugar muchas veces a este campo. Incluso, con el Atlético de Madrid B, inauguré A Malata. Me acuerdo de que no había ni sillas en el vestuario. Es un club que me gusta, muy reconocido en Galicia. Es un reto bonito y trataré de contribuir a hacer este club más grande. Yo quiero ser entrenador y afronto esta etapa con ilusión. Tengo unas ganas increíbles. Si estoy aquí es porque creo en mí y en el trabajo que puedo realizar. No vengo por ser amigo de nadie. Creo que puedo ayudar al Racing y sacarlo adelante.

-¿Cómo se supera una crisis como la del Racing?

-Tengo claras mis ideas. Estuve un año en la escuela del Arsenal en Japón, con más de 300 chavales. Allí puse en marcha mi modelo de juego, que ahora quiero llevar a cabo aquí. Espero que sea un éxito. He visto muchos vídeos del Racing y hay muchas cosas que se pueden hacer.

-¿Cuál es su idea de fútbol?

-Muy amplia. Me gusta tener el balón, combinarlo, jugar en el campo contrario y ahogar al rival. También sé que cuando no se puede, hay que replegarse. Vamos a ver, hay que adaptarse al equipo que se tenga y al rival. Nunca se puede jugar igual.

-¿Su referencia?

-Me gustaba mucho la filosofía de Emilio Cruz, muy intenso y agresivo en sus palabras; me identifico mucho con Antic y su idea de irse al ataque. Con él ganamos la Copa y la Liga con el Atlético de Madrid. Fue un entrenador que me marcó mucho. Además, Javier Aguirre es un especialista en gestión de grupos. Es el espejo en el que me fijo para tratar a mis futbolistas y todo lo relacionado con el fútbol.

-¿Cómo vio esa batalla entre los partidarios de Mourinho y Guardiola, que ahora se ha trasladado a la Premier?

-A Mourinho se le trata de defensivo, aunque yo he visto a sus equipos apretando arriba, cuando ganaba el partido con claridad y quedaban cinco minutos. No tiene un modelo de juego estandarizado, depende de con quien juegue. Guardiola me encanta. Tiene un juego muy definido. Sus equipos dominan el balón y el partido de una forma increíble. A todos nos gustaría hacer eso, aunque hay que adaptarse a lo que se tiene.

-¿El Racing tendrá el balón?

-Yo creo que hay futbolistas de calidad para tenerlo. El Racing tiene que jugar como dominador y favorito al triunfo.

-¿Lo más difícil?

-Intentar convencer a los jugadores de mi idea.

-¿Cómo se encontró el vestuario?

-Confío ciegamente en los jugadores que hay en este equipo, lo que necesitan es una inyección de moral. Su estado anímico tiene que venirse arriba. Es mi primera misión con ellos. De momento, no pienso en la llegada de refuerzos.

«Cuando estuve en el Manchester me sorprendió la intensidad en los entrenamientos»

 

 

-Usted ha disfrutado del fútbol español y también de la Premier. ¿Cómo fue su experiencia en el Manchester United?

-Muy buena. Coincidí con una generación de lujo. Lo primero que me sorprendió fue la intensidad de los entrenamientos. No dan un balón por perdido, entradas duras, se jugaban la vida en todas y cada una de las acciones del juego. Fue algo digno de vivirlo y además era continuo, no había parón. Todos los días así. Juegan partidos los miércoles y domingos. Cuando había un día de descanso, algunos titulares iban a entrenar. Viven el fútbol con mucha pasión e intensidad.

-¿Como ve a David de Gea en esa portería que usted defendió?

-Muy bien. Le han dado la portería. En mi caso me costó, es la espinita que me quedó clavada de mi paso por el Manchester y eso que jugué Champions, gané una liga e incluso paré un penalti en un partido decisivo.

-¿De Gea es ahora el mejor portero del mundo?

-El otro día hizo un partidazo frente al Tottenham y Mourinho dijo al final del partido: «Acabo de ver al mejor portero del mundo». Sin embargo, no es objetivo. Para mí De Gea es un porterazo, pero Keylor Navas ganó dos Champions y es otro grande.

-Ustedes abrieron camino a los españoles en la Premier.

-A los españoles hasta que ganamos un Mundial y dos Eurocopas no se nos valoró. Su progresión ha sido meteórica.

-¿Por qué no triunfaron Iago Aspas y Lucas Pérez?

-Menudos jugadores. En la Premier depende del equipo al que vayas. De mitad de la tabla para abajo y alguno de arriba juegan muy directo. Algunos futbolistas dicen que solo la ves pasar por arriba. Es un fútbol físico, hay jugadores que tienen dificultades, no entran en contacto con el balón y se desesperan.