«Palyza»

Javier Imbroda

DEPORTES

03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tranquilos. Sé que se escribe con ‘i’ latina, antes de que me manden a la hoguera tuitera. Pero la paradoja consiste en que Palyza es jugador de Chequia, y él simbolizaba lo que estaba ocurriendo en la cancha. Se vieron arrollados por una España que impresiona por su juego. Chequia dio alguna pista inicial de cómo jugar con cierta aspiración de éxito frente a nuestra defensa: movilidad, mucha circulación de balón y sacar a los Gasol de la zona. Esto duró los siete primeros puntos de su jugador Kriz. Ahí terminó todo. Un inconmensurable Ricky se encargó de desvanecer cualquier esperanza de los checos: defensa, asistencias, anotación. Los mejores minutos que le he visto con la selección. Los Gasol son de otra dimensión: puntos, rebotes, intimidación, asistencias... Una visión del juego interminable.

Hay que celebrar la aportación de un banquillo inexperto. Oriola, Sastre, Juancho, Vives, más el crecimiento de Willy, con Sergio Rodríguez de director de ceremonia, hacen que suba el nivel defensivo e incluso mejore a veces al quinteto inicial. Una gran noticia. También hay que celebrar es el poder disfrutar del juego en poste bajo. Es una faceta denostada en los últimos tiempos por la tendencia de los hombres altos a salirse de la zona y jugar bloqueo directo para continuar o tirar desde fuera. El bloqueo directo abusivo se ha convertido en enemigo del juego de poste bajo. Sin embargo, el gran Pau, Marc y Willy nos recuerdan y enseñan cómo jugar de espaldas al aro. Un juego transformado en arte.

Tras este comienzo arrollador, Sergio Scariolo puede dosificar de fuerzas sin perder la magia mostrada. Todo un desafío.