Juventud contra experiencia

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Garbiñe aporta frescura al tenis, mientras que Venus intentará hacer valer su veteranía

15 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Gran expectación despierta hoy (15 horas, #0 y Movistar + Deportes 2) la final de Wimbledon ya que se enfrentan dos jugadoras espectaculares, con muchas similitudes en su juego, pero también con notables diferencias: Venus Williams-Garbiñe Muguruza.

la edad

Venus tiene 14 años más. Cuando Venus jugó por primera vez en Wimbledon, Garbiñe tenía 3 años. Y cuando la mayor de las Williams ganó su primer título en la catedral del tenis, la hispano-venezolana, con 6, daba sus primeros raquetazos en la escuela de Bruguera en Barcelona. Los catorce años de diferencia entre ambas le dan a la norteamericana la ventaja de una enorme experiencia a lo largo de una larguísima trayectoria plagada de éxitos. A Garbiñe su juventud le aporta el tener un físico en plenitud, sin el desgaste de la cantidad de años en la élite de su rival, a la que además le fue diagnosticado el síndrome de Sjögren en el 2011, una enfermedad que en ocasiones condiciona su energía.

golpes

Dos pegadoras natas. Tanto Garbiñe como Venus tienen muchas similitudes en su forma de entender el tenis. Jugadoras agresivas, que piensan mucho más en atacar que en defender, que buscan ganar el punto sin esperar el fallo de la rival.

saque

Williams es mejor. Ambas sacan bien, aunque en este apartado Venus aventaja a Garbiñe. En este golpe, de gran naturalidad en la norteamericana, es en donde se va a ver cuánto le afecta la presión a la española. Cuando Garbiñe está nerviosa, su lanzamiento de bola se descoordina y su acierto disminuye.

resto

El riesgo de Venus. La mayor de las Williams quizá sea también más agresiva en el resto, aunque muchas veces tome excesivos riesgos. Muguruza está restando extraordinariamente bien a lo largo de todo el campeonato, y, si mantiene ese mismo nivel en la final, unido a un buen porcentaje de primeros saques, tendrá muchas posibilidades de dominar el partido.

fondo

Muguruza pelotea mejor. Ambas jugadoras poseen un gran ritmo y golpes poderosos de fondo de los dos lados. A Venus le interesa que los peloteos duren poco, consciente de que en peloteos largos a ritmo Garbiñe está intratable. En este apartado, ambas jugadoras tienen similar potencial de ataque, pero defendiendo es superior la hispano venezolana.

volea

La mejora de Garbiñe. Al igual que en el saque, Venus volea con mas naturalidad y su experiencia en los dobles ha reforzado esa confianza. Pero en los últimos tiempos Garbiñe ha mejorado mucho su confianza en subir a la red a rematar las jugadas. Tiene así una importante variedad en su repertorio. En la semifinal voleó en numerosas ocasiones y con acierto.

físico

Juventud contra genética. Los catorce años de diferencia y el diferente desgaste de sus trayectorias deberían jugar a favor de Muguruza, pero no olvidemos la excepcional genética de las Williams y el incentivo que supone para Venus estar a un solo partido de alzar su sexto título, casi una década después del quinto, y con 37 años.

mentalidad

La presión es para Muguruza. En partidos de tanta igualdad es el aspecto más determinante a tener en cuenta. Para Venus la final no supone una gran presión. Ex número uno del mundo, acumula siete grand slam. El último data del 2008. Desde entonces solo disputó una final, la de Australia de este año. La situación recuerda irremediablemente al duelo decisivo de Wimbledon 1994, cuando Conchita Martínez derrotó a Navratilova para convertirse en la hasta ahora única campeona española en el césped inglés. Así, para Garbiñe es un duelo de enorme importancia. Todos contaban con ella en estos últimos años como candidata a dominar el tenis mundial, pero la irregularidad de sus resultados y la sensación de falta de confianza pusieron en duda las expectativas creadas. Pareció que la atención creada tras su Roland Garros y la final perdida ante Serena en este mismo torneo afectaron a su mente, y esa presión desequilibró su juego.

Una oportunidad de oro para el despegue de Muguruza

Aún en sus mejores victorias, Garbiñe no transmite seguridad en sí misma. Si remata en la final el extraordinario torneo que está realizando, no cabe duda que su confianza ganará muchos enteros. Pero para que esto suceda, tendrá que mantener esa regularidad exhibida a lo largo de todo el campeonato y para ello debe controlar su ansiedad.

Su rival le gana en experiencia, pero ella ya sabe lo que es jugar aquí una final, y también el ganar un grand slam. No es ninguna novata y es consciente de la importancia del título en juego. El que esté Conchita Martínez con ella es una gran ayuda para compartir sensaciones y buscar la concentración y el equilibrio necesario para afrontar el partido. Hasta ahora, todo ha funcionado a la perfección. Solo queda un partido, pero el mas importante, la final de Wimbledon, el título mas ansiado de conseguir en el mundo del tenis.

«No me imagino yo así cuando tenga 37 años»

Veinticuatro horas antes de disputar por segunda vez la final de Wimbledon, y la tercera en su carrera del Grand Slam, la española Garbiñe Muguruza señaló que lo que más le sorprende de su rival, la estadounidense Venus Williams, es el hecho de todavía tenga «ese hambre por ganar». «Que tenga la motivación de jugar, y siga viniendo a los torneos. El hecho de que todavía tenga esa hambre. No me imagino yo así», comentó al hablar sobre la edad de su rival, de 37 años.

Garbiñe quiere salir a por todas desde el principio y cree que el aspecto mental será clave. «Quiero salir a la pista y pensar que puedo ganar y creérmelo».