María Vilas no puede más

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

DEPORTES

MARCOS CREO

Natación La olímpica, que llevaba meses lejos de su nivel, paga el desgaste del deporte de élite y se aparta de la competición de forma indefinida

13 may 2017 . Actualizado a las 16:30 h.

María Vilas (Ribeira, 1996) ha pedido tiempo muerto. La nadadora, olímpica en los Juegos de Río, y primera gallega en la historia en conseguir una medalla en un Campeonato de Europa absoluto, se apartará durante un tiempo de la natación. Así lo hizo saber a través de las redes sociales, donde esgrimió razones personales para desligarse temporalmente del deporte de élite.

«Necesitaba una pausa. Cuando me encuentre bien anímicamente decidiré si vuelvo. En estos momentos me apetece estar bien. La decisión ha sido muy dura», aseguró la barbanzana en una fugaz conversación, donde dejó claro que hablará claro cuando esta vorágine termine.

María Vilas, conocida en su Ribeira natal como la Sirena de Castiñeiras, paga la dureza de una vida atada al deporte. Empezó en ese mundo a la pronta edad de los siete años y su carrera meteórica la llevó a abandonar el núcleo familiar cuando acababa de cumplir los 15. Se mudó al centro de tecnificación de Pontevedra, para cambiar Galicia por Cataluña cinco años después, en 2015. Ese fue el reto más complicado al que se enfrentó, cuando pasó a formar parte del grupo de Fred Vergnoux en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat.

Demasiado desgaste

La barbanzana decidió entrenar en el mismo equipo que Mireia Belmonte, con el objetivo de conseguir clasificarse para unos Juegos Olímpicos. Lo logró, aunque para hacerlo pagó un alto precio. Las jornadas maratonianas de entrenamientos, la poca libertad de la que gozaba, y la intensidad de las concentraciones, fueron minando la fortaleza de una joven que llevaba muchos años peleando al máximo nivel.

Con el billete a Río conseguido, la ribeirense, completamente superada, incluso abandonó durante un fin de semana una de las últimas concentraciones en Sierra Nevada. Gracias a la mediación de varias personas cercanas, la barbanzana regresó a Granada para preparar unos Juegos Olímpicos en los que ella misma reconoció que estuvo muy lejos de su mejor nivel.

La lesión en un hombro que arrastró este curso, sumada al traslado a Madrid, lastraron el arranque de la temporada. La barbanzana apenas compitió en estos meses. En el Campeonato de España de Invierno solo disputó los 200 metros. En el gallego de larga distancia estuvo, aunque en el siguiente autonómico nunca llegó a saltar a la piscina. El Meeting Internacional de Marsella fue su última actuación, ya que tampoco compitió en el Open de España. Desde el Club Natación Ribeira apoyaron la decisión tomada por su estrella, aunque reconocieron que se enteraron de la noticia por las redes sociales.