Con 42 y 47 años siguen matando el gusanillo en el Cordeiro y Sigüeiro
03 abr 2017 . Actualizado a las 16:33 h.«Sígueme encantando levantarme o domingo, tomar un café e preparar a bolsa para xogar o partido». Y eso fue lo que hizo ayer Carlos Padín, que a sus 42 años sigue matando el gusanillo en el Cordeiro, equipo que milita en el grupo segundo de la Primera Gallega. El de ayer era un partido especial, más allá de las diatribas de la clasificación, porque enfrente estaba otra ilustre cuarentón: Juanito. «Un cadete», bromea Padín. Un cadete de 47 años que también sigue gozando del fútbol cuando los cuarenta se han quedado atrás. «La pasión, las ganas de seguir compitiendo son las que te hacen seguir. Mientras no se pierda ese gusanillo que te hace esperar cada domingo por el partido, espero seguir. Lógicamente, si me respetan las lesiones y me sigo encontrando bien», afirma el ex del Compostela.
La temporada no está siendo la más feliz para Padín, al que una lesión en la espalda le ha tenido en el dique seco durante un par de meses. «Cóstache un pouquiño o de ir adestrar despois de traballar», reconoce el catoirense. Y en lo que están de acuerdo estos dos históricos del fútbol gallego es en que lo de colgar las botas no es algo que se planteen en su futuro inmediato. «Non penso en deixalo. Vou aguantar ata que poida», afirma el del Cordeiro. Y remata el del Sigüeiro: «Nunca dije cuando me pienso retirar. Voy temporada a temporada. Al acabar hago balance, veo que sigo disfrutando del fútbol y, hasta la fecha, siempre he optado por seguir. No me planteo llegar a los cincuenta. No sé lo que va a pasar».
También está claro que hay relevo. Tanto uno como otro tienen dos hijos que, por supuesto, le dan al fútbol. Para Carlos Padín uno de los grandes placeres del fin de semana es ir a verlos jugar. Esta semana tocó un partido el sábado y otro el domingo. Juanito tiene un hijo en edad cadete y otro en juvenil. «Nunca me he planteado jugar contra ellos. Estoy acabando mi camino y ellos están empezando el suyo. Disfruto viéndolos jugar», dice.
A pesar de la larga trayectoria que ambos atesoran nunca han coincido en un equipo. «É un fenómeno», dice Padín del que ayer fue su rival. Curiosamente, ayer marcaron los dos en el partido, que acabó con victoria de los de Valga (3-2). Para Juanito fue el tercer tanto de la temporada. «Nunca he sido un goleador. Sigo siendo un jugador de banda al que le gusta llegar y pasar», explica.
Padín tampoco ha sido nunca un pichichi, aunque siempre ha tenido la extraordinaria cualidad de marcar en partidos importantes. Ayer comenzó el encuentro en el banquillo pero marcó el tanto de la victoria de su equipo en el último minuto. Hay cosas que mejoran con la edad.