El cambio de entrenador y la vagancia social

Toni Ardá

TORRE DE MARATHÓN

06 mar 2017 . Actualizado a las 15:12 h.

Cuando llega un entrenador todos dicen que victoria segura, porque el futbolista se activa. En el campo de la psicología social, de los grupos y de los equipos, esto tiene su ámbito de estudio en el concepto de vagancia social. Significa lo que en un equipo se ve mucho, que, como somos once, pues este jugador no hace esta carrera, porque ya va otro, o no marca a este contrario, porque lo hace otro. Ese concepto de no dar todo en cada momento afecta mucho al rendimiento de los equipos. Si uno no va a tope, el otro tampoco. El jueves todos nos quedamos muy sorprendidos porque el Dépor volaba y estaba enchufadísimo. Llega un nuevo entrenador y se acabó la vagancia social. Hay una mezcla de motivación y activación que afecta a todo el equipo.

Garitano había tenido poca suerte, porque el balón no entraba, pero Mel entró con suerte. Ayer se falló un penalti, pero las estadísticas del partido contra el Atlético no son abrumadoras a favor del Dépor, sino más bien al contrario, y las del Sporting son mucho más igualadas, pero uno metió un gol y el otro no.

Este entrenador ha dado el puntito de motivación que hacía falta. Entró con buen pie, porque un 1-1 contra el Atlético es un gran resultado, y el grupo se une y sigue supermotivado y con ganas. El miedo que podía aparecer con Mel, y tan poco tiempo para conocerlo, era perder los dos partidos. Futbolísticamente el Dépor está igual, pero el técnico le ha dado motivación. Así desaparece la vagancia social y todos están a tope y aprietan, porque el compañero también aprieta.