La grave crisis del City lo deja ya a la altura del United, que ve cortada su reacción
16 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Sin Schweinsteiger, Thiago ni Javi Martínez, le llegó el turno a Lahm. El lateral, que ya había formado como interior, se convirtió casi por accidente en eje del Bayern desde la medular. «Es el futbolista más inteligente que he entrenado», aseguró Guardiola tras el encuentro (en Hamburgo) en el que el capitán se rebeló como indispensable para el juego de posición. El retratista de cabecera de Pep, Martí Perarnau, dedica varias páginas al internacional alemán en su libro La Metamorfosis, en el que analiza el paso del técnico de Santpedor por la Bundesliga. Si algún día escribe sobre el discurrir del entrenador por la Premier, quizá le dedique unas líneas a Zabaleta y a lo ocurrido ayer.
El City había perdido a Fernandinho, expulsado la pasada jornada frente al Burnley. En su duelo con el Everton, el equipo necesitaba inventar compañía para Touré. Dentro de ese doble pivote desde el que tratan de armarse los de Manchester, con Silva como tercer hombre ocasional, le tocó incrustarse a Zabaleta. El veterano lateral diestro hizo ayer de Lahm. Y fracasó. Desaparecido entre la línea más poblada de los toffees, apenas entró en contacto con la pelota antes de ser sustituido a la hora de encuentro. Fue el único jugador visitante que se libró de parte del castigo en Goodison Park. No había consuelo en el banquillo para la frustración de Guardiola, sometido por su excompañero Koeman y su fórmula poco artesanal.
Los de casa apenas tuvieron la pelota (no llegaron al 30 % de posesión), y dispararon menos de la mitad de veces que el City (seis frente a trece), pero acertaron muchísimo más. 4-0 acabó el encuentro, en el que el Everton arrancó buscando a Lukaku a balonazos y terminó exhibiendo a su nueva perla, Tom Davies, autor de un gol (el tercero) sensacional. El conjunto de Guardiola falló en todas sus líneas y se queda ya a diez puntos del Chelsea, solvente líder de la competición.
Sigue al menos por delante en ese duelo particular con el vecino de Manchester, aunque solo fuera porque el otro equipo de Liverpool le amargó la tarde a Mou. El clásico inglés terminó ayer en empate gracias a un tanto de Ibrahimovic, que extendió a doce la racha de partidos ligueros sin perder de los diablos rojos (16 entre todas las competiciones). Sin embargo, la escuadra de Old Trafford no pudo prorrogar su serie de seis victorias consecutivas en la Premier. Es sexto, dos puntos por debajo del City. El United firmó un buen encuentro, en el que falló ocasiones claras. Mourinho tuvo un pequeño pique con Klopp y afirmó al final que su equipo «mereció más».
También Guardiola, tras su derrota más dura en un campeonato nacional, vio cierta injusticia en el marcador: «Nos ha pasado varias veces: fallamos mucho y el rival nos marca a la primera». «Diez puntos de distancia son muchos», reconoció, pero prometió «buscar una solución para que los jugadores vuelvan a ganar». De momento, queda claro que Zabaleta no es Lahm.