Después de seis jornadas seguidas sin derrotas en casa, si el Dépor vence o empata esta tarde protagonizará su mejor racha como local desde el 2008
03 ene 2016 . Actualizado a las 16:38 h.¿Cómo convertir tu estadio en un seguro de puntos? Que le pregunten al Deportivo, capaz de hacerse esperar un mes para festejar con su hinchada la primera victoria, pero también de tapar puertas y ventanas de su estadio para apenas dejar escapar puntos desde entonces. Si el Sporting se había llevado la victoria aquel 20 de septiembre al que los coruñeses comparecieron diez minutos tarde (así había resumido Víctor Sánchez la pájara inicial de su equipo), luego esta misma plantilla protagonizó de carrerilla tres victorias (Espanyol, Celta y Eibar) y tres empates (Athletic, Atlético y Sevilla) que le han servido para levantar en Riazor un granero de puntos y equilibrar así el rendimiento en casa y a domicilio. Si comenzó lanzado en sus partidos como visitante, llega ahora a la visita de un Villarreal de Champions con una balanza casi perfecta de trece puntos sumados como local y catorce como visitante.
Es cierto que el empate del pasado miércoles en Getafe le sirvió para prolongar la racha actual de ocho jornadas seguidas sin derrota, pero con el Bernabéu en el horizonte (allí jugará el próximo sábado) quizá se revele más significativo alcanzar, si gana o empata hoy, el séptimo encuentro en Riazor en que puntúa de forma consecutiva. En aquella habría que volver al 2002, cuando compaginaba Liga y la máxima competición continental, para encontrar otra igual. En esta como local llegaría a su mejor serie desde el 2008, cuando encadenó nueve partidos sin perder en Riazor y acabó por clasificarse por última vez para disputar la Copa de la UEFA.
La primera premisa para puntuar pasa por encajar el menor número de goles posible. Si, como en las dos últimas jornadas, Lux no se ve obligado a recoger ningún balón de la red, la racha continuará. El argentino, quizá en su mejor momento de forma desde el inicio de la competición, afronta, además, el reto de encadenar por primera vez en la temporada tres partidos con la portería a cero. Sí que había enlazado dos cuando al triunfo por 2-0 en el derbi le siguió el 0-2 de Las Palmas, pero luego llegó el Sevilla de los gigantes para igualar (1-1) por medio de Iborra y dejar al guardameta sin récord. Ahora se ha ganado una nueva oportunidad.
Como la que desde el área contraria Lucas acomete para aumentar su cuenta particular de goles. Con doce ya atisba la estela de Pahíño, que con 18 es el jugador gallego con más tantos en una temporada en Primera División. Hoy, cuando Riazor quiere convertirse en fortín, el goleador tiene una nueva cita.
Lucas, de falta y de cabeza
Protagonista en el Dépor de las diecisiete primeras jornadas de Liga, el delantero cerró el pasado miércoles una racha de siete partidos consecutivos marcando, pero su hambre no tiene fin. Once de sus goles llegaron con el pie izquierdo y uno con el derecho, por eso el delantero no se cansa de ensayar nuevas formas de besar la red de la portería contraria. Una podría ser de cabeza, pues en el entrenamiento de ayer se le pudo ver rematando así los centros de Luisinho. Pero es que al final de las tareas de ayer se quedó junto a algunos de sus compañeros, mientras practicaba las faltas. Si con la testa acertó en alguno a batir a Pletikosa, Manu le detuvo todos los lanzamientos directos que intentó.