El Breogán se derrumba en Pamplona

Gorka Palacios LA VOZ / PAMPLONA

DEPORTES

AGENCIA LOF

Perdió en la prórroga un encuentro que parecía haber encarrilado

31 dic 2015 . Actualizado a las 00:25 h.

El Planasa Navarra se llevó un partido que, por momentos, pareció que ninguno de los dos equipos quiso ganar. El Breogán mandó durante muchos minutos, pero no supo rematar la faena cuando todo parecía encarrilado. Los ataques de ambos rivales dejaron bastante que desear, con escasas ideas y un abuso excesivo de las acciones individuales. Y en ese mar de caos, fue el equipo de Sergio Lamúa el que arrimó el ascua a su sardina. Lo hizo pese a abusar del juego de perímetro y no encontrar equilibrio ofensivo. 

Desde los compases iniciales se percibió la sensación de que el partido se convertiría en una batalla de desgaste. La escasez de efectivos por parte del Breogán, sumada a los problemas de faltas de los interiores, despejó el panorama para un Navarra que empezó liderado por Narros en la anotación.

El Breogán recurrió a una defensa en zona para tratar de bajar el ritmo y neutralizar el juego que pudiese generarse sobre Arteaga. Todo ello, sumado a los chispazos individuales en ataque, permitió a los gallegos solventar un momento delicado en el segundo cuarto. Los jugadores de perímetro del equipo lucense se turnaron para encestar a pesar de que les costó realizar una buena circulación de balón.

Mejoría

El Breogán elevó el nivel de agresividad en la segunda parte y tomó la iniciativa. Pero, con el paso de los minutos, el flujo anotador disminuyó de manera alarmante. El ataque de los navarros se volvió muy espeso.

Pese a que todo se puso de cara para los visitantes, los de Lisardo Gómez fueron incapaces de rematar la faena. Las malas decisiones se convirtieron en compañeras de viaje de ambos conjuntos. Pero el destino quiso que, con 63-65 en el marcador, Llorente le hiciese una falta a Bonhome cuando el jugador local se disponía a lanzar un triple. Aprovechó dos libres para llevar el encuentro a la prórroga.

Ya en el tiempo extra, no hubo color. El Navarra se vino arriba y, con la confianza por las nubes, dinamitó la resistencia de un Breogán diluido.