O miente Francisco, o miente el remero

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

Miguel Toña | Efe

El testigo protegido acusa en el arranque del juicio al entrenador gallego de Urdaibai de inyectarle las sustancias dopantes, cuestión que el moañés niega ante el juez

03 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El mayor juicio contra el dopaje en el mundo de las traineras comenzó ayer en Bilbao con el moañés José Manuel Francisco, entonces entrenador de Urdaibai, como uno de los principales acusados. El testigo protegido, el rumano Andrei Banica, exremero del club de Bermeo, volvió a incidir en que era el propio técnico quien les pinchaba, en ocasiones hasta ocho sustancias cada día. El gallego negó ante el juez que hubiese inyectado a alguno de sus bogadores. En la declaración de los acusados, tan solo Teresa Mesa, una enfermera de Córdoba, admitió que había enviado al lugar de trabajo del presidente del club tres paquetes con EPO. Hoy será el turno de los testigos, entre ellos deben estar los cinco remeros gallegos que formaban parte de aquel equipo.

Testigo protegido

Francisco pinchaba a los remeros «en vena, por la tripa, el hombro y el culo». El testigo protegido de la operación Estrobo volvió a ratificarse en su declaración de las diligencias previas, señalando al entrenador y a la enfermera del club como las personas que pinchaban a los remeros. «Nos pinchaban en la vena, en el hombro, en la tripa, en el culo...», preparando «más de ocho jeringuillas» para cada remero, que se administraban después del entrenamiento. El testigo dijo ante el jurado que en una ocasión, después de recibir las inyecciones, comenzó a sentirse mal «con vómitos, mareos y temblores», negándose desde entonces a recibir más pinchazos, lo que le supuso, según su testimonio, ser apartado del equipo. Banica, el testigo, desveló que las prácticas comenzaron con el cambio de directiva y de entrenador, que según su declaración les obligaba a pasar por la enfermería diciéndoles de un modo metafórico que tenían que «comer para poder crecer».

José Manuel Francisco

Niega que haya pinchado en alguna ocasión. El moañés José Manuel Francisco negó en su declaración que en algún momento hubiese «pinchado a los remeros», admitiendo que sí había encargado medicación, pero por orden de los médicos. Con respecto a la visita del doctor Marcos Maynar, puntualizó que fue al club fue durante un viaje familiar al País Vasco, en el que según la versión del entonces entrenador, se ofreció a ayudar prestando una máquina para medir los niveles de grasa y glucosa, según recogía la edición digital de El Correo. El propio Francisco fue a buscar la máquina a Cáceres. Con posterioridad, el médico extremeño hizo dos envíos por mensajería cuyos paquetes contenían tiras para la máquina y productos homeopáticos. Se defendió asegurando que nunca le había ofrecido a los remeros sustancias prohibidas y que en ninguno de los controles sanitarios por los que pasan los deportistas le advirtieron de algún problema de salud.

Teresa Mesa

La enfermera de Córdoba admite que envío tres paquetes de EPO y Aranex. Teresa Mesa, esposa de exciclista Antonio Arenas, reconoció en la primera jornada del juicio que envió en los meses de agosto y septiembre del 2010 desde Córdoba tres paquetes de EPO (Eritropyetina) y Darabepoetina a la dirección de una entidad bancaria de Bermeo en la que trabajaba el entonces presidente de Urdaibai, Josu Zabalondo, servicio por el que percibió 2.400 euros del club con cargo al número de cuenta del propio presidente. El encargo se realizó al número de teléfono de su marido, que había sido paciente de Marcos Maynar.

Marcos Maynar

El médico que se ofreció para ganar La Concha. Maynar, un médico extremeño con un turbio episodio de dopaje en Portugal, es una de las piezas angulares de la trama. Llegó a Bermeo, según el testigo protegido, como profesor de la Universidad de Extremadura y como ayuda para que Urdaibai ganase La Concha. Entre sus actuaciones, según la misma fuente, está un pinchazo a los remeros. El médico se defendió explicando que visitó el club durante unas vacaciones, que no conocía a la enfermera de Córdoba y que nunca había suministrado «productos dopantes». Solo reconoció ser el artífice de dos envíos a Bermeo.

Borja Garay

El médico del club reconoce inyectar efedrina y carnicor. El médico titular de Urdaibai admite que, sin hacer ningún tipo de comprobación, inyectó efedrina y carnicor a los remeros tras serle entregado un «listado de mediación» por parte del club tras la salida del anterior facultativo. «Todo venía pautado y prescrito» dijo, y que nunca se había encontrado con ningún producto «dopante o peligroso». Reconoció también que había realizado dos peticiones de albúmina humana, pero que eran para un paciente de su clínica.

Josu Zabalondo

El presidente dice que desconocía el contenido de los envíos a su nombre. Zabalondo, que en el 2010 era el hombre fuerte de Urdaibai, fue el encargado de recibir los envíos en la sucursal bancaria en la que trabaja entonces. Ante el juez indicó que desconocía el contenido de los bultos y que si recibía los paquetes de Maynar y compañía era porque la sede del club estaba cerrada por las mañanas.