Un atolladero para Rafa Benítez

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Xi Ya | Efe

Sin un fichaje galáctico que agite a la afición, el técnico hereda un equipo con estigmas

01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El día que se anunció su contratación por el Real Madrid fue probablemente uno de los más felices de su vida. Por eso, Rafa Benítez no pudo evitar que se le derramasen las lágrimas durante su presentación oficial. Cumplía su sueño de siempre. Pero en el aterrizaje al conjunto de Chamartín ha tenido que gestionar más marrones que alegrías colectivas, como las que antaño respaldaron la llegada de Mourinho o Ancelotti. Con el portugués no se escatimó a la hora de dar rienda suelta al talonario. De momento, los grandes fichajes de la era Benítez parecen Casemiro, la recuperación de Jesé y Kiko Casilla. Sin la anestesia de un galáctico, la salida de Casillas y el enfrentamiento de Florentino con Ramos escuecen en la camiseta blanca.

¿Quién será el portero titular para el entrenador madrileño?

Hasta ahora, en los amistosos que se llevan disputados, Rafa Benítez le ha dado la alternativa a Keylor Navas, que ha firmado varios encuentros con actuaciones solventes. Solo se le recuerda un fallo reseñable en una salida. Tampoco Kiko Casilla lo ha hecho mal en las dos medias partes que ha disputado. Especialmente entonado estuvo contra el Milan cuando le sacó dos remates punzantes a Carlos Bacca.

Sin embargo, tanto en el cuerpo técnico como en la directiva del Madrid anida el miedo de que el Bernabéu no sea paciente con ambos, de que la sombra de Casillas se vuelva alargada ante el primer fallo. Por eso, la ofensiva por De Gea todavía no ha concluido.

¿A qué precio podría llegar David De Gea?

Van Gaal ya no esconde que De Gea podría salir del Manchester United este verano. Eso sí, en el club inglés están empeñados en que la operación no le salga barata al Real Madrid. En un primer momento, quisieron incluir a Sergio Ramos, como parte del trueque, pero Florentino no se puede permitir que se le vaya otro emblema por la puerta de atrás. El deterioro de la imagen del presidente alcanzaría una cota que le podría incluso obligar a renunciar a su cargo. Él lo sabe. «Ramos es intransferible», dijo a sus colaboradores más cercanos durante la conferencia de prensa de despedida de Casillas. Aquel acto con el que Florentino quería enmendar un error y que terminó multiplicándolo.

Para que se marche su portero, el conjunto británico pide en torno a los 30 millones de euros. Sumados a los que el Madrid abona por la ficha de su antiguo capitán, hacen que, de cerrarse, el regreso de De Gea a la capital de España sea un negocio ruinoso.

¿Se plantea Benítez un Madrid sin Ramos?

El técnico no se cansa de repetir que una de las primeras cosas que hizo al saber que entrenaría al Real Madrid es hablar con Casillas y con Ramos. «Sergio conoce desde el primer momento que cuento con él», comenta el preparador. Pero el distanciamiento entre Florentino y Ramos, aún ahora, cuando semeja cercano un acuerdo para su ampliación de contrato y mejora salarial, es palpable. Al central no le ha gustado que el presidente hubiese defendido a Mourinho por encima de los jugadores, ni que hubiese prescindido de los servicios de Carlo Ancelotti -ambos tenían una relación muy especial, que se fraguó en un desencuentro por el bajo rendimiento del sevillano-, y mucho menos le agradó la manera en la que desde las oficinas del club se trató a Iker Casillas, al fin y al cabo, el capitán y un símbolo.

¿Cómo maneja el encaje de Gareth Bale en el equipo?

Ancelotti, un hombre con carácter templado y con suficiente sensibilidad como para entender que entre sus obligaciones también se encuentra escuchar las preferencias de quien lo contrata, jamás escondió que, si estaba en plenitud de facultades, Bale, una apuesta personal de Florentino, sería titular siempre bajo su batuta.

Por lo exhibido en lo que va de pretemporada, Benítez ha recogido el guante. Es consciente de que una de sus prioridades es hacer funcionar al capricho de Florentino. Le ha buscado una posición nueva. En la que el galés dice sentirse más a gusto, por detrás del delantero, en la mediapunta. Sin embargo, los resultados han sido más bien escasos. Bale sigue siendo ese atleta desconectado de la realidad de un grupo al que le gusta dominar.

¿Cristiano resistirá ese trato de favor con el galés?

A través de su agente, el todopoderoso Jorge Mendes, Cristiano hizo saber al Madrid que no estaría cómodo si se le desplazase desde la banda izquierda -el lugar donde Benítez planteaba situar a Bale- a la punta de ataque. Fue un primer toque de atención. El ego de la estrella portuguesa se empezaba a resentir. Benítez dio marcha atrás. Sin el luso entonado no será capaz de resolver el rompecabezas que le ha dejado Florentino.