Disciplina en la liga china

Gregorio Manzano

DEPORTES

03 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Contaré una anécdota para explicar cómo funciona la disciplina deportiva en la SuperLiga china, donde soy el entrenador del Beijing Guoan. Perdimos en casa un partido en el que nos expulsaron a un jugador. Cuando me preguntaron por ello en la sala de prensa, comenté con corrección que el árbitro podría haber evitado la tarjeta roja si hubiese sancionado antes las faltas que el futbolista del equipo contrario le estaba realizando al nuestro, que resultó expulsado. Un día después, mi club me comunicó que la federación me había sancionado por referirme al colegiado en esos términos.

Al siguiente partido pensaba que tendría que sentarme en la grada, pero llegamos al campo y enseguida vinieron a pedirme que saliese de allí porque me arriesgaba a un castigo mucho más duro. Si estás sancionado no puedes ni entrar en el estadio, y esto sucede también con los futbolistas que hacen manifestaciones parecidas, por ejemplo en una red social.

No digo con esto que el modelo chino sea el que debemos seguir, pues cada competición tienen sus normas, pero, a la vista de sucesos como el del domingo, algo tendremos que hacer y no estaría de más mirar hacia la SuperLiga en algunas cuestiones.

Por ejemplo, al protocolo de juego limpio, que nos obliga a saludar al equipo contrario y al árbitro al finalizar el partido. Esto es lo mismo que se hace al comienzo, con el cuarteto arbitral colocado en el centro del campo.

Además, antes de cada encuentro hay una reunión de un delegado federativo con los de ambos equipos. En ella se dan las consignas del árbitro, se nos advierte contra la falta de deportividad y se nos pide que al menos cada parte tenga 35 minutos de juego real para colaborar con ese objetivo. Me parecen buenas ideas.

En cuanto a las medidas para acceder al campo, los aficionados tienen que pasar dos controles de seguridad antes de la puerta del estadio. En el interior, lo único que se ven son bufandas y teléfonos móviles, con los que hacen un bonito mosaico de luz. Los hinchas rivales se sitúan en un fondo y, a cada lado de esa grada se dejan 5.000 entradas sin vender para separarlos y que no haya problemas. En total, 10.000 localidades menos en cada partido.

Gregorio Manzano es entrenador en China.