Roger Federer encara el US Open dispuesto a convertirse en mito

Colpisa

DEPORTES

Mark Zerof

El suizo ha mejorado su juego desde que contrató a otra leyenda del tenis, Stefen Edberg, para que fuera su entrenador

23 ago 2014 . Actualizado a las 21:05 h.

El suizo Roger Federer, la leyenda viviente del tenis, enfrenta desde el lunes en Nueva York el US Open del 2014, con la mejor disposición anímica y física para convertirse en mito. De ganar un sexto US Open, Roger Federer no sólo se convertiría en el tenista de más edad en conseguir el título en Flushing Meadows -a los 33 años- sino en el único en ganarlo en seis ocasiones. Como el mítico Ave Fénix, después de caer del número uno mundial y dos años de inconsistencia en su juego, el de Basilea regresa al escenario de sus grandes triunfos con etiqueta de segundo favorito, detrás del número uno mundial, el serbio Novak Djokovic.

Doce meses después de registrar su peor derrota en una abierto neoyorquino en una década, cuando fue eliminado en cuarta ronda por el español Tommy Robredo, Roger Federer asegura estar completamente concentrado en conseguir un 18º título de Gran Slam. «Vengo con mucha confianza. Yo sé que mi juego está ahora donde quiero que esté. Se trata simplemente de mantener ese nivel», aseguró el suizo, quien viene de conquistar su sexto título en el Masters 1.000 de Cincinnati, el 80º de su carrera, y jugar las semifinales del Masters de Toronto.

La derrota del pasado año ante Robredo, significó la primera vez desde el 2002 que no pudo acceder a una final de un major y puso a muchos a pensar si no estaban presenciando el final de una gran carrera. «Sé que mi cuerpo está bien y mi mente también, y esas son dos cosas buenas para seguir adelante», declaró Roger Federer después de ese tropiezo, y el tiempo y los hechos parecen darle la razón.

El suizo encara este US Open con una racha de 49 victorias y 9 derrotas, el mejor de todo el circuito, y tres títulos, en los torneos de Dubai, Halle y Cincinnati. Este año ha jugado ocho finales, cuatro de ellas en torneos como los Másters 1.000 de Indian Wells, Monte Carlo, Toronto y Cincinnati, y las semifinales del Abierto de Australia, donde fue eliminado por el español Rafa Nadal. «He jugado con menos presión, y con más confianza, y eso me anima para el US Open», declaró el helvético, quien ganó cinco títulos consecutivos en Flushing Meadows de 2004 a 2008.

Decisiones drásticas

Después de su debacle en el US Open del 2013, la carrera de Roger Federer siguió en picado y terminó el año ubicado en el séptimo puesto del ranking ATP y un sólo título. Su tenis había perdido pegada, se había tornado lento y no subía con la misma velocidad y frecuencia a la red. Su volea larga desde el fondo ya no resultaba suficiente para dominar a rivales más agresivos, rápidos, jóvenes, y de instintos asesinos como Rafael Nadal, Djokovic y Andy Murray. «Tuve que tomar decisiones drásticas, cambiar el enfoque, buscar nuevos objetivos», declaró a principios de año, poco después de anunciar la separación de su entrenador Paul Annacone, con quien estaba desde 2010.

Para la temporada 2014 contrató como nuevo preparador a un ídolo de su infancia, el sueco Stefan Edberg, quien le hizo recuperar la confianza perdida. Campeón de seis torneos de Grand Slam y estrella de los 90, Edberg enfocó el tenis de Federer en ser más agresivo, dejar de lado las voleas largas para terminar los puntos más rápido.

Con Nadal y el argentino Juan Martín del Potro ausentes por lesión, el número uno mundial Djkovic y el escocés Andy Murray atravesando un mal momento, las opciones de Roger Federer para un inédito sexto título se incrementan considerablemente. No sería extraño que este US Open sea el primer paso a la reconquista del número uno mundial de la ATP, posición que ha ocupado por 302 semanas -más que nadie en la historia del tenis-, 237 de ellas consecutivas.