El Pontevedra recibe esta tarde en Pasarón (20.00 horas) a un equipo aparentemente desarmado. Tras la destitución de su entrenador, Toni Ayala, el pasado jueves, el portero del equipo, David Ruso, dejó ayer el club por motivos personales y ya no viajó con el Atlético Granadilla para jugar la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División B.
Se desconocen los motivos que han llevado a este jugador a tomar la decisión in extremis, pero su renuncia llega en uno de los peores momentos de la temporada. Los granates, lejos de creer que esta marejada en el equipo rival, puede favorecerles, no quieren formar parte de ella y se agarran a la concentración como receta para pensar solo en salir a ganar.
La plantilla se trasladó ayer al campo de Burgáns, en Cambados, para entrenar por última vez antes de saltar hoy a Pasarón. Las restricciones de la ciudad por el Campeonato del Mundo del Duatlón le impidieron trabajar en el estadio. Manu Fernández ha readaptado durante toda la semana el horario de los entrenamientos para preparar a conciencia el partido. La única posibilidad que tenían ayer para trabajar en un campo de hierba era fuera de la ciudad. Tras la última sesión, Luismi y Caco se caen definitivamente de la lista y Pablo Lede, que durante las últimas semanas sufría dolores musculares, ya entrenó con el equipo y entra en los planes de Manu Fernández para esta tarde.
La plantilla estará al completo para intentar superar una eliminatoria que, a falta del partido de vuelta, le podría meter en la última ronda para cumplir un sueño. A los contratiempos de última hora del Atlético Granadilla se suma también que por la hora del partido, tendrán que viajar desde Tenerife con muchos juveniles ya que parte de la plantilla tiene que ir a trabajar a la mañana siguiente.