Varios desencuentros con el club en una temporada para olvidar

a. B. redacción / La VOz

DEPORTES

20 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Que a Messi le ocurría algo era un secreto a voces. Desde el cuerpo técnico, encabezado por Gerardo Tata Martino, hasta la directiva intentaron maquillarlo durante toda la campaña. Pasaban de puntillas por el tema y se refugiaban en alguno de los brillantes chispazos que el argentino liberó como si de un autómata se tratase. Pero el origen de la melancolía que ha desprendido el 10 del Barça cada vez que ha tocado el campo todavía permanece sin una explicación exacta. Nadie ha logrado identificar con claridad qué es lo que ha sucedido para que quien era el hombre más definitivo sobre un terreno de juego terminase la Liga como una pieza inocua dentro de un equipo en recesión. Tal vez, el origen de la pesadumbre de Messi no sea único, sea una acumulación de desencuentros, porque de lo que todos están seguros en el Camp Nou es de que a lo largo de los últimos doce meses se hicieron varias heridas en la relación institucional con la estrella culé.

¿Afectó el caso Neymar en el equilibrio del equipo?

La gestión del caso Neymar por parte de la directiva presidida por Sandro Rosell fue nefasta. Ocultar las cifras de la operación que sirvió para traer a la estrella brasileña no solo generó malestar entre los aficionados blaugranas, que, cuando se enteraron del coste del fichaje, se sintieron engañados, sino en el entorno de Messi, porque los números encerraban un salario encubierto a Neymar que lo convertían en el mejor pagado de la plantilla. Quebraba así el equilibrio que se había mantenido desde que habían convertido al argentino, en su condición de número uno del mundo, en el peldaño más elevado de la escala retributiva del grupo. Y rompía la confianza entre la directiva y el jugador.

De aquella crisis, que desembocó en la salida de Sandro Rosell, ha surgido esta nueva actualización del contrato de Leo Messi. Un revalorización respaldada por la mayor parte de sus compañeros.

¿Tienen algo que ver los problemas con Hacienda en esta subida de contrato?

Messi y su padre fueron imputados este año por tres delitos de fraude fiscal. El jugador abonó cinco millones de euros a Hacienda para tratar de disminuir su responsabilidad penal y la de su progenitor. Rosell prometió al centrocampista que el Barça le apoyaría económicamente para paliar los problemas fiscales que estaba padeciendo y que podría llegar a través de una mejora de la ficha.

Pero desde la directiva hubo voces críticas en este sentido y que concluyeron en una agria polémica. Entre quienes no entendían que se volviese a mejorar el contrato de Messi se encontraba el vicepresidente económico, Javier Faus, quien dijo: «A un señor que ya se le renovó el contrato el año pasado, pues no sé por qué se le tiene que renovar otra vez este año». Messi arremetió contra él. «El señor Faus es una persona que no sabe nada de fútbol y quiere manejar el Barcelona como si fuera una empresa y no lo es».

¿Su recuperación en Argentina fue acertada?

Cuando en invierno se marchó a Argentina a recuperarse de la lesión, dio la sensación de que le faltaba compromiso con el equipo. Aunque en el club defendieron la decisión, no gustó.