Madrid y Barça evidencian en el Camp Nou que aún les falta para ser lo que eran
27 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Al primer clásico entre Ancelotti y Martino lo sostuvo el resultado. Los dos equipos exhibieron ayer en el Camp Nou que aún no han alumbrado su mejor versión, que tienen demasiados detalles por pulir. Y el fútbol lo notó. No es una cuestión solo de piezas, parece también un asunto de ideas. Las que guardan los entrenadores en la cabeza todavía no las ejecutan las botas de los futbolistas. En Europa respiran. A los gigantes españoles les falta un punto para ser lo que eran.
Un ritmo soporífero
Tedio hasta la segunda parte
El arranque del partido, con un Madrid reservón, se disputó caminando. El Barça ahora no encuentra la fluidez en el pase de la que presumía en ediciones anteriores, pero menos el ritmo explosivo al que acostumbraba con Guardiola. Dimitido de la presión asfixiante, el Barcelona semeja un monoplaza de la fórmula 1 con el mapa motor para el ahorro de combustible. Hasta tal punto, que el Madrid terminó apoderándose de la posesión en la segunda mitad. En favor del bloque de Martino, que quizás sabe que la temporada será muy larga y que, por eso, solo hizo exactamente lo que el conjunto blanco le exigió para ganar.
Cambios en el once
Ancelotti, ante un experimento
El técnico italiano aseguró antes del clásico que este tipo de encuentros son para jugadores experimentados. Le habían preguntado por Morata, pero en la alineación que utilizó ante el Barça también enseñó que no ve a Illarramendi maduro. Experimentó con Sergio Ramos de medio centro. Recuperó así el espíritu del primer Mourinho, aquel que situó a Pepe en un puesto para creadores, y renunció a un nueve puro, sacrificó a Benzema para dar entrada a Bale. Ancelotti apostó por un once repleto de complejos. Curiosamente Illarramendi y Benzema, que entraron en el último tercio del choque, acabaron entre los destacados de este envite entre los grandes.
Messi
Desdibujado en la banda
Martino se decantó por colocar a Fábregas de falso nueve y escorar a Messi en la banda derecha. El crac argentino no pasa por sus horas más deslumbrantes de blaugrana. De hecho, la de anoche, figura entre sus actuaciones más grises ante el Madrid. En ciertos momentos se preocupó más de perseguir a Marcelo que de volverlo loco. Mal síntoma. La inspiración de Neymar camufló el mal día que el Balón de Oro vivió en el costado. Tan incómodo se sintió que acabó recuperando la línea medular y desde allí fabricó el poco peligro que salió ayer de sus piernas.
A Fábregas, por su parte, se encargó de retratarlo Alexis. Cierto que el partido ya había avanzado y que el Madrid trotaba contrarreloj, pero Alexis agitó más a toda la defensa blanca en media hora que el catalán durante el resto del partido. Ha bajado un peldaño el nivel con el que arrancó la campaña.
Carvajal
Superado por el rival
El canterano del Madrid tenía el reto de marcar a Neymar, el hombre más en forma del Barcelona. Era para él una prueba de fuego. Mourinho solía recurrir al rigor de Arbeloa para estos trances. Ancelotti no. Quiso profundidad por las bandas. Sin embargo, el brasileño le ganó el pulso.