Ha sido muy duro. Partimos con la idea de descartar que Vanessa pudiera ganar la carrera debido a la inscripción que había, con varias rivales que bajaban de las 2 horas 30 minutos.
Después de estudiar el recorrido nos limitamos a intentar llevarla lo mejor posible. Los siete primeros kilómetros eran de subida y teníamos marcado un ritmo de 3m 40s, luego, en la segunda parte, ya fuimos bajando y corriendo más.
Yo fui con ella hasta el kilómetro 31, cuando se me volvió a bloquear la pierna derecha con la ciática, y a partir de ese tramo el peso lo llevó mi hermano Fernando, que llevó a Vanessa hasta el final. De hecho iban controlando a la etíope en todo momento y como sabían que la parte final era la más dura de todo el circuito (del Calderón al Retiro) y a escasos metros de la línea de meta la pasaron, y eso que Girma Tadesse ya había ganado en las dos ocasiones anteriores y también se conocía a la perfección la carrera.
Considero que el triunfo se lo debe a Fernando, porque ni ella podía imaginarse que iba a ser capaz de mandarse un esprint después de correr más de 42 kilómetros por un circuito lleno de subidas y repechos. ¡Venga Vane, que la puedes coger! fue gritando de un modo insistente en los últimos kilómetros y al final todo salió mejor de lo esperado.
Julio Rey, maratoniano, dos veces bronce en el Europeo y esposo y «liebre» ayer de Vanessa Veiga