Robbie Hummel: «Creo que ahora soy mejor en defensa que cuando llegué»

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Todavía no sabe si irá a la NBA o seguirá un año más en Europa

14 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Robbie Hummel vive en Estados Unidos a poco menos de una hora del United Center, el templo en el que Michael Jordan ofició sus mejores faenas. Todavía llegó a tiempo de verlo jugar en directo, cuando era un niño. Y eso marca. Como lo marcó la Universidad de Pardue, que acaba de retirar su camiseta. De crío, viendo las que colgaban del techo del pabellón, se dijo que algún día también estaría la suya en lo más alto, por siempre. Y lo consiguió. Ahora su reto es la NBA, y la del Obradoiro una escala más en el camino. La está disfrutando.

-Lleva cuatro partidos seguidos anotando más de diez puntos y eso, en el Obradoiro, no es fácil. ¿Ha encontrado el molde?

-En estos partido he encontrado un mejor ritmo. Me noto más adaptado al equipo y a la Liga Endesa.

-Para usted, la lesión que sufrió en verano ha supuesto un notable retardo en la puesta a punto.

-Claro, eso se nota, y más cuando todo es nuevo para mi. Pero, como le decía en la anterior pregunta, cada vez me siento más cómodo.

-¿Se siente usted el Kevin Love del Obradoiro? Hay más de un paralelismo.

-Para eso necesito rebotear mejor. Es un modelo que imitar. Evidentemente, me halaga la comparación. Él es uno de los mejores. En la NBA hay muchos referentes.

-¿Cuál es, en su opinión, el mejor jugador de la NBA?

-Ahora mismo, Lebron James es el jugador total, el más completo. De niño, mi favorito era Michael Jordan.

-Por conocer sus preferencias baloncestísticas. ¿Cuál sería su cinco ideal de todos los tiempos en la NBA?

-Michael Jordan, Magic Johnson, Scottie Pipen (estos tres le salen del tirón)... El cuatro... Mi cinco es Bill Rusell y mi cuatro... ¿Larry Bird vale como cuatro?

-En mi opinión, de lo que quiera. El talento siempre mezcla bien.

-Sí, sí. Ponga a Larry Bird.

-¿Ha visto a Ricky Rubio ante los Spurs?

-No, pero ya sé que ha hecho un triple doble.

-Minnesota tiene sus derechos. ¿Se ve jugando con Ricky Rubio la próxima temporada?

-Es una posibilidad. Pero en este momento no sé que va a pasar. Minnesota es una opción. También seguir en Europa.

-¿Y el Obradoiro?

-Si sigo en Europa, es una posibilidad. Es un buen sitio. La gente es muy simpática aquí, le encanta el baloncesto. De los pabellones que he visto, creo que la mejor afición es la de Sar.

-¿Es muy distinta la Liga Endesa de la Liga Universitaria de su país?

-Más que en el tipo de juego, en el tipo de jugadores. Aquí te enfrentas a gente más fuerte físicamente y con más experiencia. No es lo mismo jugar contra un hombre de treinta años que jugar contra un chico de veinte. Esta liga, para mí, es un reto que me gusta.

-¿Qué ha aprendido en el Obradoiro?

-Mucho. Es mi primer año como profesional, y también mi primer año fuera de casa, del entorno de mi familia y mis amigos. Ese cambio es difícil, pero es bueno para mi carrera.

-¿Y en cuanto a baloncesto? Diría que ahora defiende mejor.

-Moncho me insiste mucho. Siempre me está diciendo que debo mejorar mi defensa para tener más minutos. Creo que ahora ahora soy mejor en defensa que cuando llegué.

-Y el equipo. ¿Tiene todavía margen de mejora, recorrido para soñar?

-Pienso que sí. Nuestro equipo está jugando mejor y todavía es posible ir a un nivel superior. Ahora estamos todos, y acaba de volver Andrés, que es un jugador con mucha experiencia. Levon es un jugador franquicia y está muy bien. Con buena defensa y rebote, el Obradoiro puede plantar cara a cualquiera.

-Permítame un salto al pasado y al futuro, en una extraña pirueta. Cuando vuelva a Purdue y vea su camiseta colgada...

-La retirada de la camiseta fue algo muy emocionante, un momento en mi vida que quedará grabado para siempre. De niño soñaba con eso. Seguro que cuando vuelva a ver un partido allí será también muy bonito, un reencuentro de muchas sensaciones.