La Guardia Civil subraya la falta de garantías sanitarias

madrid / efe

DEPORTES

Ayer describió el estado de la sangre encontrada en los pisos donde la guardaba Fuentes

05 feb 2013 . Actualizado a las 12:14 h.

Los testigos de la Guardia Civil que declararon ayer en el juicio de la Operación Puerto han subrayado la falta de garantías sanitarias con la que se conservaban las bolsas de sangre, halladas en una nevera de uso común; la ausencia de fichas, historiales clínicos y el «desorden» existente.

Así ha descrito el teniente del instituto armado que instruyó el atestado de la investigación el laboratorio del médico Eufemiano Fuentes, en la calle de Alonso Cano, y en una vivienda propiedad de sus padres también en Madrid, en la calle de los Caídos de la División Azul.

En la cocina del primero de los pisos los agentes encontraron una nevera común sin indicador de temperatura ni mecanismo alternativo para el caso de que se fuera la luz, en la que se conservaban varias bolsas de sangre identificadas mediante la fecha de extracción, un código numérico y «acrónimos o alias».

En la segunda vivienda había dos arcones frigoríficos. Uno disponía de un indicador de temperatura (marcaba 35 grados bajo cero), pero ningún mecanismo alternativo en caso de un corte de luz.

El testigo ha dicho que no existía un registro con los nombres y apellidos de los donantes; que la documentación intervenida en los registros estaba «mezclada» y «completamente desordenada» y que no había fichas ni historiales médicos.

Por último, ha señalado que durante los traslados que sufrían las bolsas (desde el punto de extracción a Alonso Cano, de allí a Caídos de la División Azul, de vuelta a Alonso Cano y de ahí al punto de reinfusión) no se utilizaban neveras habilitadas para el transporte de muestras biológicas, sino mochilas térmicas. «Como las que uno se lleva a la playa para conservar frías las bebidas», ha concluido.

Durante su declaración la semana pasada, Fuentes no contestó cuando se le preguntó cómo podía garantizar que la sangre se conservara a temperatura estable, pero sí dijo que los arcones estaban conectados a un temporizador que, en caso de que se hubiera ido la luz, les habría indicado esta circunstancia. El médico añadió que, aunque nunca ocurrió, si hubieran comprobado que los arcones habían estado sin energía durante un tiempo prolongado se habrían deshecho de las muestras de sangre.

El teniente de la Guardia Civil subrayó que ambos pisos pasaban muchos días sin que nadie los visitara.