Dos goles del Guaje, uno para las videotecas, dos de Alexis y el primero de un Thiago notable certifican el adiós de un Córdoba ejemplar
11 ene 2013 . Actualizado a las 18:24 h.Vaya por delante que el Córdoba no es rival para el Barça, pero después de lo visto es errático afirmar que los culés tienen poco fondo de armario. Cualquiera de sus suplentes, salvo el veterano Pinto, sería una estrella si emigra. Y qué decir de Villa. Lo del delantero asturiano de Tuilla representa un caso extraordinario. Con 31 años, un sueldo de siete millones, un palmarés repleto de títulos y el honor de ser el máximo goleador histórico de la selección española, cualquiera pensaría en relajarse.
Pero la ambición del 'Guaje' es desmedida. Cuando sale marca. Y da la sensación de que sin Messi, al final suplente frente al equipo verdiblanco, actúa liberado e intenta más cosas. Es lógico que el número uno del mundo acapare protagonismo y reste cierta libertad a sus colegas.
Villa ha disputado seis partidos de titular en Liga, y ha marcado cinco goles. Y ha participado en cuatro de Copa, donde sí es titular, y ya es el máximo artillero con cinco dianas. Supera incluso a un Cristiano desbordante. Ante los verdiblancos, dibujó un gol de antología. Recogió un balón en la línea de fondo, hizo un regate en un palmo de terreno y la elevó sin apenas ángulo sobre la tímida salida de Saizar. La reacción de sus compañeros y del público evidencian que es un tipo fundamental en el Barça. Todavía se saboreaba esa acción inverosímil cuando rubricó el segundo, tercero de la noche porque Thiago fue el encargado de abrir la lata de los 'califas'. Esta vez, lanzó un disparo raso y seco que entró tras golpear en el palo. Entró Villa desde el perfil izquierdo, aunque en este equipo la demarcación solo es un punto de partida debido a la versatilidad y constantes permutas de todos los jugadores.
Villa se retiró tocado a un cuarto de hora del final. No era grave pero Jordi Roura prefirió dejar a su equipo con 10 que correr el mínimo riesgo. El '7' no admite comparación posible con Alexis, nervioso, precipitado y hasta torpón pese a sus dos goles en la segunda mitad. Su estelar actuación no debe dejar sin mención a Thiago, brillante aunque discontinuo. Es técnico, elegante, eléctrico y llegador. En teoría, está llamado a ser el sucesor de Xavi. Pero son muy diferentes y la posición del hijo de Mazinho no está muy definida.
La noche fue menos festiva para Sergi Roberto, a quien se le queda pequeño el filial pero tampoco tiene sitio con los mayores. Dejó destellos de enorme calidad en el primer acto pero se rompió tras la reanudación.
Buscó una internada, zigzagueó pero una rotura en el recto anterior le frenó en seco. Roura se veía obligado a realizar el tercer cambio, ya que en el descanso reservó a Puyol y Cesc. Se despejaba la incógnita y Messi se quedaba sin minutos para mejorar sus estratosféricos números.
El primer tanto de Alexis, que se adelantó a su marcador a la salida de un córner, fue muy festejado. Lo necesitaba el chileno, que repitió tras un rebote.
Pese a la severa derrota, máximo disfrute para la afición cordobesa, desplazada en masa al Camp Nou, donde su equipo no comparecía hace más de 40 años. Unos 3.000 hinchas que se dejaron oír y a los que solo faltó celebrar un gol del honor. Lo tuvo López Silva, pero Pinto abortó la ocasión. El Córdoba juega con buen gusto. Se nota la mano de su técnico, Rafa Berges. Hace 20 años, el que fuera lateral zurdo del Tenerife disfrutó en este escenario del oro olímpico.
Barcelona-Córdoba (5-0)
Barcelona: Pinto, Alves, Puyol (Bartra, min. 46), Mascherano, Montoya, Song, Thiago, Sergi Roberto (Jonathan Dos Santos, min. 51), Alexis, Cesc (Tello, min. 46) y Villa.
Córdoba: Saizar, Fernandez, Armando, Alberto Aguilar, Fuentes, Lopez Garai, López Silva, Caballero, Dubarbier (Pedro, min. 59), Joselu y Vico (Abel, min. 46).
Árbitro: Hernández Hernández (Col. Las Palmas). Amonestó a Mascherano, Montoya.
Goles:
1-0, min. 17: Thiago.
2-0, min. 20: Villa.
3-0, min. 25: Villa.
4-0, min. 54: Alexis.
5-0, min. 84: Alexis.
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey. Solo 37.000 espectadores en el Camp Nou. El Barça pasa a cuartos por un global de 7-0.