El Liceo gana la Intercontinental

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El club coruñés superó 6-4 al Atlético Huracán argentino

14 nov 2012 . Actualizado a las 14:06 h.

El Liceo ha ganado la Copa Intercontinental de hockey sobre patines al haber superado (6-4), como si de un amistoso se tratara -así estaba previsto inicialmente-, al Atlético Huracán argentino, que a los cuatro minutos de partido ya caía por tres goles de diferencia en el Palacio de los Deportes de Riazor, en A Coruña, y que tardó en meterse en el encuentro. Lo que iba a ser un amistoso entre el campeón de Europa y el de Sudamérica se convirtió, unas horas antes de que la bola empezara a circular por la pista, en un partido que iba a decidir el título Intercontinental.

Así lo determinaron los propios clubes por la tarde, aunque el Huracán llevaba días anunciando el partido en su página web oficial como Copa Intercontinental.

El importante cambio de planes se comunicó a solo 45 minutos para el inicio del choque y los clubes anunciaron que solicitarán a la Federación Internacional de Hockey que reconozca de forma oficial al vencedor.

La superioridad del Liceo, líder de la Liga española, fue incontestable desde el inicio con tres tantos en los primeros cuatro minutos, dos de ellos de Josep Lamas, que consiguió uno más antes de que acabara el primer tiempo, al que los gallegos llegaron con cinco goles de ventaja en el marcador.

Pudo ser mayor la renta del Liceo en la primera parte si no fuera por las intervenciones del portero del Huracán, Gastón Antolín, que desde la distancia vio cómo su equipo estrellaba una bola en el poste con 3-0 en el marcador y fallaba, ya con 5-0, un par de oportunidades claras ante Malián.

Tampoco mejoraron su acierto los argentinos en el arranque del segundo tiempo, en el que el Liceo amplió la ventaja con un tanto de Eduard Lamas y el Huracán se estrelló nuevamente en el poste con un disparo de Barreiro.

Tanto le costó al Huracán transformar sus ocasiones que sus jugadores celebraron como un triunfo su primer gol, obra de Glaría, al que siguieron otro tanto suyo y dos más de Cabañuz para dar emoción en los últimos minutos a un partido que el Liceo ya se había tomado con la relajación propia de un amistoso y no de una Copa Intercontinental.