La pareja vasca debutó ayer en el programa del 49er de Weymouth tras completar la semana pasada su ajustada preparación con los vilagarcianos de espárrings
31 jul 2012 . Actualizado a las 12:32 h.Los vascos Íker Martínez y Xabi Fernández abrían ayer en Weymouth su participación en el 49er de los Juegos Olímpicos de Londres. Una plaza por la que los hermanos Carlos y Antón Paz estuvieron peleando desde su desembarco en la clase en septiembre del 2009. Con los pies en el suelo. Fijando la mirada en Río de Janeiro 2016, sabedores de que la cita británica tenía mucha más pinta de espejismo que de oasis en el largo y árido camino que todo deportista con sueño olímpico debe atravesar para poder llegar a la tierra prometida.
Los regatistas del Liceo han tenido siempre bien presente que la ilusión es argamasa necesaria, pero que solo el trabajo aporta el ladrillo con el que cimentar un proyecto con posibilidades de certificado de obra final. Por eso, cuando Martínez y Fernández contactaron con Antón el mes pasado, todavía en plena Volvo Ocean Race, para perdirles la colaboración de su hermano y él en la apurada preparación del asalto a su tercer podio olímpico, no hubo lugar a la duda. «Pensabamos tomarnos un descanso, para retomar logo con forza a preparación do Campionato de Europa -en septiembre en Italia-», recordaba ayer Antón. «Pero era unha oferta que non podiamos rexeitar. Para seguir progresando na clase».
Así fue cómo Carlos y Antón se convirtieron en espárrings de los bimedallistas olímpicos -oro en Atenas y plata en Pekín-. Primero en Lanzarote, durante una semana nada más acabar con el Platú 25 Mar de Frades la Copa del Rey en Mallorca. Una concentración en la que participaron además dos tripulaciones santanderinas y una canariogallega, con Iago López como tripulante. «En Lanzarote había unhas condicións de vento semellantes ás de Weymouth, e traballamos para Íker e Xabi sobre todo as maniobras», señala Antón.
Cuando los vilagarcianos daban por hecho que no sabrían más de los Juegos hasta su inauguración, el 20 de julio volvieron a recibir llamada de los vascos. Los necesitaban de nuevo para sus entrenamientos en el tramo final hacia el encendido del pebetero. «Adestrámonos con eles do domingo ao mércores». Xabi se lesionó en la espalda, y solo se entrenaron los cuatro juntos dos días, haciendo el gallego Iago López de tripulante circunstancial de Íker Martínez el resto. «Axudámoslles a probar o material e os seus dous barcos para elixir co que competirían». El viernes 27 regresaban a Galicia poco antes de la ceremonia de inauguración.