El micrófono de Phelps

DEPORTES

P.A.L.

Cuando el nadador estadounidense habla ante los micros, la zona mixta enmudece para escucharlo por megafonía

31 jul 2012 . Actualizado a las 14:27 h.

Cuando al caer el sol se empiezan a repartir las medallas, el Centro Acuático de Londres es, quizá, el lugar más exclusivo de los Juegos. La natación ha hecho grande al olimpismo y se mantiene como una de las pruebas que más pasiones desata. Algunas manos negras retienen entradas en subastas de internet a precios desorbitados, y solo por eso se ve alguna calva en las interminables gradas de Stratford. Porque la demanda multiplica por varios números la disponibilidad de localidades. También sucede con la prensa. En las tribunas de los periodistas no hay ni un sitio libre. Los pases de tarde (no basta con la acreditación) se despachan con cuentagotas.

La jornada del lunes ha sido intensa, con récord del mundo de la cría china Ye Shiwen en 200 estilos, y los títulos de Agnel en 200 libres, Franklin y Grevers en 100 espalda y Meilutyte en 100 braza.

En la zona mixta, descalzos, en bañador, muchos todavía con el gorro puesto, los protagonistas y los secundarios del show atienden al mismo tiempo a corrillos de prensa, grandes y pequeños. Otra manera de medir el carisma. Y de repente se enciende un micrófono para un nadador de Baltimore. Michael Phelps acaba de ganar su serie, pero solo pasa con el cuarto mejor tiempo de 200 mariposa. El sábado pinchó en su estreno con un cuarto puesto en los 400 estilos, y luego solo se colgó la plata en el relevo de 4x100 libre. Pero ahora que Londres esboza su imagen como los Juegos del cambio en la natación, con la llegada de una nueva generación de adolescentes, Michel Phelps sigue siendo el rey, y lo seguirá siendo pase lo que pase en Londres. Silencio, habla Phelps.