Los granates, a por la gloria

Nino Soto PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

CÉSAR TOIMIL

El Pontevedra espera hoy a su primer rival para jugar la fase de ascenso

14 may 2012 . Actualizado a las 12:08 h.

El Pontevedra se disfrazó en su primer año en el infierno de la Tercera División de trapecista. Estuvo en el flojo alambre desde el pasado mes de agosto, desequilibrado, pero evitando la caída.

Y ayer, cansados del balanceo, los malabaristas granates se bajaron del alambre 37 partidos y tres minutos después. Fue lo que tardó Javi Pazos en subir el 0-1 al electrónico de un Municipal Pardiñas plagado de aficionados pontevedreses.

Solo unos segundos antes, el juvenil -que se convirtió en pieza clave del ataque del conjunto que dirige Milo Abelleira- ya había chutado un disparo envenenado que se estrelló en el palo de la portería defendida por Abraham.

Con el marcador a favor, el bloque lerezano cedió el control de la pelota al Somozas. Los pupilos de Míchel Alonso se crecieron y comenzaron a acercarse al área de Lorenzo, sobre todo, con balones largos buscando ganarle la espalda a la defensa pontevedresa. De hecho, en el minuto 36, el meta granate evitó lo que pudo ser el 1-1. Después del cuarto saque de esquina, el ferrolano Rubén Gómez protagonizó un potente disparo que Lorenzo desvió a córner con impresionante estirada.

Dos minutos más tarde, Gonzalo casi marca un gol olímpico, pero el portero local despejó el esférico a un nuevo córner. En la jugada siguiente, Pacheco peleó como si no hubiera mañana un balón que logró robar, toco el cuero a Gonzalo y tras un bote, David Pérez enganchó el balón de forma espectacular y lo alojó en el fondo de las mallas de Abraham. El camino a la fase de ascenso quedaba libre de obstáculos al filo del descanso. Antes de ir a los vestuarios, Óscar La magia Martínez remató al larguero y Manu Barreiro cabeceó un balón que se fue fuera por muy poco.

Sin embargo, todavía restaban 45 minutos y la idea del Pontevedra era dar por rematado el encuentro con un tercer gol. Ese momento casi lo materializa Manu Barreiro con otro un remate de cabeza en el minuto 54 que desvió milagrosamente Abraham a saque de esquina. Y un minuto más tarde, el Somozas se quedaba con diez jugadores por expulsión del capitán Nando por doble amarilla. La sentencia la firmó Sidibé, que con otro misil tierra-aire ponía el 0-3 en el minuto 59.

A pesar del 0-3 en contra y no jugarse nada, el Somozas entró en el juego sucio y comenzó a hacer fuertes entradas sobre los pupilos de Milo Abelleira.

Sin embargo, los minutos corrían a favor de los granates, la hinchada lo sabía y animaba incesantemente a medida que la confirmación de la clasificación para la fase de ascenso estaba cada vez más cerca. También hubo olés cada vez que el Pontevedra lograba trazar una jugada.

Sin embargo, en medio de la fiesta, el Somozas no quería ser la más fea y metió el miedo en el cuerpo a la parroquia pontevedresa. En el minuto 78 marcó por mediación de Quintana y en el tercer minuto del descuento, Popo establecía el 2-3 definitivo de falta directa. El Pontevedra no sabía respirar sin sufrir, pero al final, se descorchó el cava y la bola del Pontevedra estará hoy en el bombo del play off de Madrid.

Milo Abelleira y el equipo celebraron ayer en el vestuario del Municipal Pardiñas haber logrado el primer objetivo de la temporada: alcanzar la fase de ascenso. «Estamos todos muy contentos», precisó el preparador granate momentos antes de emprender el viaje de vuelta a la ciudad del Lérez. «Aunque al final hubo ese sufrimiento, que fue nuestro signo durante todo el año», subrayó el técnico. «Lo que está claro es que el resultado fue muy justo -indicó el míster-. De todas maneras, fue una pena no haber marcado algún gol más ya que tuvimos ocasiones muy claras para irnos al descanso con una mayor renta».

Con el 0-3 llegó la tranquilidad, «pero en los últimos momentos llegaron esos dos goles de ellos que nos hizo sufrir».

Acceder al play off en el último partido llevó al plantel granate a festejarlo por todo lo alto. «Cuando algo cuesta y lo alcanzas en el último momento, parece que lo valoras mucho más y todo el mundo está más unido», detalló Milo Abelleira, para añadir que si se estuviera entre los cuatro primeros todo el año, «uno quizás lo valora menos». Y con la salvación del filial, «hoy (por ayer) es un gran día para los granates», sentenció un eufórico técnico.