Tan solo jugar contra el Madrid o el Barcelona está por encima de un derbi contra el Celta, por lo que significa a todo los niveles. Hay tanta rivalidad que a veces no importa o importa poco el juego de uno u otro equipo, y sí importa por encima de todo el resultado, hasta el punto que pocos derbis han destacado por su juego brillante, donde ha destacado más la emoción que el juego. Al final los jugadores se contagian de esa excitación que reina en el ambiente. Durante la semana antes de un derbi nos dejamos llevar por las emociones y cuando uno salta al campo solo tiene en mente ganar, y ganar como sea. Hasta jugadores que vienen de fuera se contagian de ese ambiente; basta recordar a Djalminha, Mauro, Makaay, Mostovoi, Karpin... Y es que en juego están muchas cosas y si estos jugadores lo viven y lo sienten de esta manera ¡como los vivirá un jugador de aquí!
Este derbi tiene todos los alicientes posibles tan solo echamos en falta la categoría... que estuviesen en primera y jugándose algo como ahora. Posiblemente llegue el próximo año; creo que el fútbol gallego se merece eso, aunque no está en su mejor momento. Veamos un Athletic de Bilbao- Real Sociedad, Barcelona-Espanyol, Madrid-Atlético, Sevilla-Betis. El aficionado gallego creo que se merece ver un derbi de Primera. Me atrevo a decir que un partido así se tiene que jugar más con la cabeza que con el corazón. En este tipo de encuentros creo que no valen las frases míticas: meter el pie, saltar de cabeza, correr, hacer faltas, tener intensidad... Porque el jugar con cabeza se puede competir igualmente, pero de otra forma.
Recuerdo una de mis derrotas más amargas: a falta de unas jornadas para acabar liga habíamos perdido en Balaídos y cuando acabó el partido la afición del Celta nos cantaba aquello de «adiós a la Liga, adiós». Al final esa derrota amarga se convirtió en dulce pues ese año ganamos la Liga. Creo que tanto el Celta como el Dépor tienen que estar en Primera, eso si, que gane siempre el Dépor porque ganarle al Celta es un placer.
José Ramón es entrenador y fue capitán del Deportivo