Actores como Jack Nicholson o directores como Spike Lee añaden espectáculo en las gradas más cercanas a la cancha
05 mar 2012 . Actualizado a las 09:35 h.La NBA es una de las competiciones más espectaculares del mundo, pero el show no se concentra solo en la pista. En las gradas más cercanas al campo de juego se dan cita lo más granado del mundo del espectáculo hollywoodiense. En muchos casos, asistir a un partido es absolutamente necesario para exhibirse. En otros, es la pasión por el juego y por los equipos lo que arrastra a los famosos.
El Staples Center de Los Ángeles disfruta noche tras noche de la mayor concentración por metro cuadrado de cantantes, actores y directores de toda la liga. A pie de pista es habitual ver a los protagonistas de las últimas películas en cartelera, a las figuras emergentes de la música y a las it girls del momento. Beckham, Justin Bieber, Leonardo DiCaprio, Cameron Diaz y el español Antonio Banderas suelen dejarse caer cuando los Lakers juegan en casa.
Pero si hay alguien que ha hecho del Staples Center una residencia casi habitual es Jack Nicholson, uno más del equipo, y los propios Lakers así lo consideran. El tres veces ganador del Oscar ha aparecido en vídeos promocionales y sus dirigentes suelen aprovechar para regalarle una tarta cuando su cumpleaños coincide con un encuentro de los angelinos. Nicholson lleva su pasión por los Lakers a extremos sorprendentes. Mantiene desde hace décadas su silla tras el banquillo rival, al que saluda y recibe como el mejor anfitrión, pero al que castiga con sus ácidos comentarios durante el partido. Habla con el entrenador, descentra a los jugadores y cuestiona puesto en pie junto a la mesa de anotación la labor de los árbitros. Anthony Kiedis, cantante de los Red Hot Chili Peppers, ha dejado también que su amor por el equipo de Pau Gasol se vea reflejado en su trabajo y ha dedicado alguna de sus canciones a su franquicia del alma y a sus ídolos, como Magic Johnson.
Tras Nicholson, el otro caso más destacado del mundo del cine de entusiasmo por unos colores es el de Spike Lee. El territorio del director es el Madison Square Garden. Sufre los malos momentos y sus roces con los rivales han pasado a la historia de la liga. Así, se convirtió en enemigo íntimo de la estrella de Indiana Reggie Miller. Ambos se brindaron palabras y gestos poco cariñosos cada vez que los Pacers visitaban Nueva York. El director dedicó uno de sus films, «Una mala jugada», al baloncesto y su trastienda y eligió para uno de sus papeles a Ray Allen, actual jugador de los Celtics.
A Eva Longoria le duró su pasión por la NBA lo que el amor por Tony Parker. En esa época, la protagonista de «Mujeres desesperadas» fue una fan más de San Antonio. Las infidelidades del base francés rompieron su matrimonio y su amor por el baloncesto.