Tras arrollar en pista rápida a Bélgica, sorprender a Estados Unidos en Austin y vengar la anterior derrota ante Francia, España celebró en Sevilla su pentacampeonato de la Copa Davis ante un rival de máximo nivel como Argentina. Recuperó su jerarquía como la gran potencia del siglo XXI, pero solo unos minutos después de lograr el título en La Cartuja, comenzó la desbandada del equipo. Con los Juegos de Londres como coartada, Rafa Nadal, David Ferrer y Feliciano López anunciaron su renuncia a la próxima edición. Unos días después, se marchó el capitán, Albert Costa, al que le iba a resultar delicado reconstruir el grupo con los jugadores a los que menos había utilizado en las últimas eliminatorias. El barcelonés recibió como premio un cargo de nueva creación que levantó ampollas en la profesión, sin que todavía se haya cerrado el relevo en una capitanía para la que se pretende a Álex Corretja, exganador de una ensaladera y expreparador de Andy Murray.
Nadal y Ferrer se apartaron de la próxima edición, que comienza en marzo con un enfrentamiento asequible en Oviedo frente a Kazajistán. Y Feliciano López -pese a su papel capital en el triunfo frente a Estados Unidos en Austin al derrotar a Mardy Fish- se autodescartó después de su triste papel reciente como compañero de dobles de Fernando Verdasco, escenificado en dos pobrísimos partidos en las eliminatorias con Francia y Argentina.
La hora de Almagro y Granollers
Jugadores no faltan para armar un equipo competitivo, con otros siete tenistas entre los 55 primeros de la ATP, Nicolás Almagro (10), Fernando Verdasco (24), Marcel Granollers (27), Pablo Andújar (46), Juan Carlos Ferrero (50), Tommy Robredo (51) y Albert Montañés (53). Pero se quedan a años luz del potencial que suponía el conjunto liderado por Nadal y Ferrer en los individuales.
Además, las últimas decisiones de Costa generaron tensiones, como demuestran las públicas discrepancias mostradas por Antonio Martínez Cascales, preparador de Ferrero. Ante la coartada de la saturación del calendario y la preparación para los Juegos, el entrenador se preguntó cómo se iba a recuperar para la causa a jugadores como el propio Ferrero, exnúmero uno mundial, y Nico Almagro, actual décima raqueta de la ATP. Y consideró flagrante su ausencia en las últimas convocatorias de Costa, al que echó en cara guiarse por «afinidades» para formar los equipos.