«La clave es tener la pelota y que ellos no jueguen», asegura el entrenador del Barcelona.
17 dic 2011 . Actualizado a las 20:28 h.El entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, cree que la clave de la final del Mundial de clubes ante el Santos «pasará por tener la pelota todo lo posible» y evitar los contragolpes de los brasileños. «Esa será la forma por la que el Santos no podrá atacarnos», señaló el técnico, que aseguró que «no hay favoritos» para el triunfo.
«Llevamos ya dos años cargando con este peso de ser favoritos pero eso no implica nada», advirtió. «También en 1992 con el Dream Team éramos favoritos contra el São Paulo», añadió Guardiola, que como jugador cayó en aquella final de la Copa Intercontinental contra los brasileños. Guardiola definió al Santos como «el típico equipo brasileño, con muy buenas individualidades, jugadores potentes y rápidos, de buen físico y en algunos casos, con mucha experiencia».
«Les puedo asegurar que la final será dura», dijo el entrenador del campeón de Europa. «En el campo de juego, los jugadores del Santos ganan cada pelota disputada, marcan bien y dejan arriba a su talento. En cualquier fricción, se imponen, así que será muy difícil», añadió. Consultado acerca de cómo ve a sus jugadores a pocas horas del partido, Guardiola pareció estar tranquilo: «El Barcelona es un club centenario y sólo ganó una vez este título, así que me imagino la motivación que deben tener, como también el Santos, que no lo gana desde los años sesenta, cuando Pelé era la gran referencia».
Ante las reiteradas preguntas de la prensa brasileña sobre Neymar, la gran figura del Santos, Guardiola afirmó que no piensa cambiar de táctica. «Esperemos que participe lo menos posible y por eso intentaremos dominar el partido y monopolizar la pelota. Pero el Santos no es sólo Neymar, porque tiene otros cracks como Ganso, que me encantaba antes de la operación que padeció, o Danilo, y ese Borges, a la que le cae, la enchufa con poco espacio», analizó. Por último, ironizó sobre la vestimenta de blanco del Santos, al responder que «es simpático», en referencia a la coincidencia del color de la camiseta del equipo brasileño con la del gran rival, el Real Madrid.