La baja del internacional mexicano supone un quebradero de cabeza para Oltra
06 oct 2011 . Actualizado a las 10:33 h.En todos los mecanismos existen elementos cuya importancia los convierte en insustituibles. Para el Deportivo, Andrés Guardado pertenece a esta clase de piezas que difícilmente tienen recambio. La ausencia del mexicano plantea un auténtico quebradero de cabeza para el técnico blanquiazul, José Luis Oltra, quien estudia estos días cómo acoplar a los hombres que tiene disponibles para que las bandas del equipo no se resientan y ofrezcan al ataque la profundidad necesaria para desmontar el entramado defensivo del Alcoyano.
La sesión de entrenamiento de ayer en Abegondo no sirvió para despejar las dudas sobre esta sustitución, obligada por la convocatoria de Guardado con su selección. Los ejercicios técnico-tácticos que desarrollaron los jugadores del Deportivo incidieron en la circulación del balón y en ellos los futbolistas rotaron de posiciones, por lo que, Oltra no dio pistas sobre la idea que maneja para cubrir esa baja tan ostensible.
Dos apuestas diferentes
De todos modos, el buen rendimiento de Seoane (prácticamente descartado por el preparador valenciano al principio de la Liga) en el último encuentro le permite afrontar la solución de este problema con más posibilidades. Así, por lo visto estos días, el técnico podría apostar por Ayoze y Salomão, en la izquierda; y Laure y Seoane, en la derecha. Sin embargo, con la recuperación de Riki, maneja la opción de dar entrada al madrileño, quien alternaría los extremos con Salomão, y utilizar a Ayoze y Laure en los laterales.
En este sentido, el atacante manifestó al término del entrenamiento que ya está listo «para disputar los noventa minutos». «No sería la primera vez que jugase en el extremo», comentaba sobre la posibilidad de suplir la ausencia de Guardado. «Si el entrenador decide que tengo que salir ahí, pues no habrá ningún problema, aunque sí es cierto que últimamente he jugado como delantero», recalcó el atacante. Asimismo, Riki reconoció que habían decidido dilatar su período de recuperación durante una semana más para evitar una posible recaída. «Sin duda -explicó-, era preferible esperar un poco para que no se volviesen a repetir las molestias».