«Coach, no tengas dudas»

La Voz

DEPORTES

Moncho López, ex seleccionador, narra su experiencia con las estrellas de españa

19 sep 2011 . Actualizado a las 11:32 h.

El oro en el Eurobásket es la guinda a una trayectoria maravillosa de la selección española de baloncesto, un período repleto de éxitos gracias a la presencia de unos jugadores extraordinarios que han sabido mantener un nivel competitivo en el tiempo. Mi primer contacto con la generación de oro fue en 1997, durante una concentración de categorías inferiores. En aquel grupo destacaban Navarro y Raúl López. Gasol tenía un rol secundario. Entrené con ellos pero no fui con el equipo a los torneos. Fue en el 2002, siendo ayudante de Imbroda, cuando trabajé de forma directa.

Pau Gasol. Madurez es una palabra que define bien a Pau

Pau llegaba después de su primera temporada en la NBA con los Memphis. Imbroda ya había tenido a Gasol en el Europeo de Turquía. En los primeros entrenamientos, preparando el Mundial, Javier quedó sorprendidísimo con la transformación que se encontró en Pau. «Es increíble, está embrutecidísimo». Fue su forma de decirnos que Pau ya no solo era talento y potencia, sino que había adquirido dureza, que ganaba los cortes, que bloqueaba y taponaba, que había una gran diferencia con el chico que se fue a América y el que había vuelto. Había madurado casi de golpe. Y realmente, la madurez es la palabra clave que define a Gasol y a Navarro. Todos ven como juegan, pero los que hemos visto como se expresan en sus relaciones diarias, sabemos de lo que hablamos.

En el Europeo de Suecia (2003), donde yo era el entrenador, Pau era un adulto con mayúsculas. Allí estaban jugadores con cierto peso, como De la Fuente y Reyes, pero el que hablaba conmigo sobre cómo se sentía el equipo era él. Durante la preparación, habíamos ganado a Lituania contundentemente. Pero luego perdimos otro partido. Me preocupé, les dije que habíamos dado un paso atrás. Entonces, Gasol pidió hablar conmigo (él tenía 22 años). Me dijo: «Coach, el trabajo es excelente. Necesitamos que llegue la competición. Los amistosos no tienen relevancia para nosotros, pero estamos bien trabajados. No tengas dudas». Llegamos a la final, donde perdimos contra Lituania.

Navarro. Tiene un don para meter canastas que no se entrena

Navarro es excepcional. Tiene algo que no se entrena, un don para meter canastas de todo tipo y para jugar alegre. No te explicas cómo con un físico endeble supera las defensas más brutales a las que se pueda someter un jugador. Es un genio.

Antes de un encuentro ante Grecia, disputado en León, dije que Navarro era el mejor exterior de Europa, cuando los griegos contaban en sus filas con grandes talentos. Se generó polémica. Juan Carlos reventó el partido ante ellos y cada vez que pasaba por el banquillo me guiñaba el ojo. Era su forma de agradecerme el comentario.

La pareja pau-navarro.Se han apoyado mutuamente desde el principio

Su excelente relación ha sido clave en los éxitos de España. Ambos se han apoyado mutuamente. Navarro llegó al primer equipo del Barça antes que Gasol y eso propició que a Pau le fuera todo más fácil. Con la selección, pasó lo mismo. Más adelante, en la NBA, fue al revés. Los dos han sido un referente en la selección y han ayudado a mantener un bloque unido. Pero lejos de lo que pueda suponerse y de la leyenda de que actúan como poderes fácticos de la selección, siempre han sido fáciles de entrenar. Se dejan dirigir porque tienen un gran respeto por la figura del entrenador.

Otro aspecto importantísimo de ellos es su forma de entender las cosas. No son tremendistas. Cuando perdimos la final en Suecia, yo estaba fastidiado. Y los jugadores también, por supuesto Navarro y Pau. Pero estos dos procesan las derrotas y las victorias dentro de una normalidad excepcional. No se cansan de ganar, pero perder no les genera frustraciones. Pau y Juan Carlos son dos tipos normales con unas cualidades extraordinarias.

Calderón. Consigue todos los retos que se propone

Calderón era bueno, pero siempre había estado a la sombra de Raúl y de Cabezas. En el Mundial de Indianápolis, yo me encargaba de entrenar con él a la conclusión de cada sesión de trabajo para que no perdiera, ni la forma ni la moral dado que no contaría con muchos minutos. Al año siguiente, siendo yo el seleccionador, había cierto escepticismo en cuanto a su rol. Hablé con él y le dije que lo tenía difícil, pero que dependía de él porque le veía capacitado para hacerse con un hueco. Descarté a Cabezas y Calderón acabó siendo titular en Suecia y fue de los mejores del campeonato. Es un tipo sacrificado que consigue los retos que se propone.

Reyes. Un animal de competición

Felipe Reyes no ha estado en la NBA, pero sí que se ha labrado una trayectoria sólida y constante en Europa. Siempre tuvo por delante a gente de un nivel extraordinario, pero supo encontrar su lugar. Es un animal de competición, un tipo sin temor y con un gran control de los nervios.