En su mejor partido de la temporada lejos de Riazor, suma un punto frente a un Sporting beneficiado por dos penaltis
08 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Quedan tres jornadas para saber si el Deportivo llorará los dos puntos que se le escaparon ayer en El Molinón en el minuto 94. Se fueron de la forma más dolorosa posible, de penalti muy dudoso pitado por Estrada Fernández. Como la temporada pasada y en el mismo lugar, solo que entonces significó la derrota. Se aparecieron los fantasmas en forma de árbitro, y pudieron más que la mejor versión deportivista a domicilio del curso. El partido estaba ganado, pero el árbitro dijo que no. El Molinón y el Sporting se confirmaron una vez más como un campo y un rival nefastos para los intereses blanquiazules. Y parece que la polémica no se puede apartar de estos combates norteños.
Y eso que si Miguel Ángel Lotina hubiera pedido un escenario ideal, este habría incluido un gol a favor en los primeros minutos, y después, a aguantar. Pues dicho y hecho, los hados se conjuraron para entregarle el deseo solicitado. Cuando Adrián puso en ventaja al Deportivo en su primera llegada a la portería en el minuto 8 y después de que el balón rebotara en la espalda de Botía, su marcador, el de Meñaca quizás recordaba que en todas las ocasiones que había sucedido en la temporada -diez-, su equipo sumó al menos un empate. Aunque esos mismos azares acabarían por hacerle todo el daño posible,
Quizás el que la primera noticia que recibía el Deportivo fuese la más negativa (marcaba el Getafe y se ponía al borde del descenso) fue un primer síntoma de que iba a ser una tarde de un sufrimiento diferente del esperado.
La necesidad, o el convencimiento, juntó a dos equipos marcados por la verticalidad, dispuestos a un combate cuerpo a cuerpo. Porque el conjunto blanquiazul salió al pasto gijonés sin miedo, a por todas. Lotina olvidó las cautelas y sacó un esquema ofensivo: por momentos, un 4-3-3; en otros, 4-2-3-1. Y aunque acurrucó a los locales cuando quiso, estos contestaron poniendo a prueba a Aranzubia, con dos balones a los postes. El riojano salvó el 1-0 a pies de De las Cuevas en el primer minuto. Fue un pequeño contratiempo en la mejor primera parte coruñesa de toda la temporada. Un tramo inicial que tuvo de todo.
Fue entonces cuando se lució Valerón. Lotina volvió a colocar al Flaco de inicio, y este le respondió con un partido de manual mientras tuvo fuerzas. Al primer toque, o pisándola para buscar la mejor opción, los mediocentros rojiblancos se volvían locos para detener su torrente creativo. Y encima, se entendió a la perfección con el héroe del partido, con un Adrián que, al filo del descanso, volvería a poner las cosas en su sitio para los gallegos. No ocurrió en una conexión con el canario, sino gracias a un pase en profundidad de Guardado que le dejó solo ante un Juan Pablo al que dribló con facilidad.
El día de los penaltis
Sabía el Deportivo que iba a tener que sufrir, pero no contaba con que dos penaltis tirasen abajo su victoria. Uno, en la primera parte, por unas manos inexistentes de Laure. Y otro, en el minuto 94 (la historia se repite, como el de la derrota del año pasado en el mismo escenario), después de que Rubén Pérez le cerrarse el paso a Barral. No fallarían ni Ayoze ni el propio Barral, que aguarían lo que se presumía como una fiesta coruñesa.
No tuvo su tarde un árbitro que en la primera mitad ya se había comido un posible penalti a Riki, que hubiese supuesto la expulsión del meta local, Juan Pablo. Aunque también una mano de Aythami en el área, ya en la segunda parte.
Era el peor mazazo posible para un Deportivo que en la segunda parte había sacado su versión defensiva, para contener sin problemas al Sporting lejos de su área.
Goles: 0-1, min 8: Adrián; 1-1, min 34: Ayoze, de penalti; 1-2, min 39: Adrián; 2-2, min 90: Barral, de penalti.
Árbitro: Estrada Fernández. Mostró tarjetas amarillas a Nacho Cases, De las Cuevas, Barral y Hernández (Sporting); Colotto, Juan Rodríguez, Laure, Aythamy y Rubén Pérez (Dépor).
Incidencias: El Molinón. 25.000 espectadores, con nutrida presencia de aficionados del Deportivo.
Juan Pablo, Lora, Botía, Iván Hernández, José Ángel; Eguren, De las Cuevas, Rivera (André Castro, m.76), Nacho Cases (Luis Morán, m.62), Ayoze (Bilic, m.62) y Barral.
Aranzubia, Laure, Aythami, Colotto, Manuel Pablo, Rubén Pérez, Juan Rodríguez, Valerón, Adrián (Lassad, m.84), Riki (Juan Domínguez m.74) y Guardado (Pablo Álvarez m.89).