Qué más puede decirse que no se hubiese dicho ya de ese partido Sporting-Deportivo que viene quitando el sueño a los coruñeses a lo largo de la semana?
A mi juicio, la respuesta más honesta es recomendar una serena espera. Guardar silencio en lugar de «seguir mareando la perdiz», según suele decirse de aquel que habla mucho y no se aclara.
Insistir de forma reiterativa en lo sabido por todos, y que tampoco ignora ninguno de los impacientes seguidores del Deportivo cuando estamos a un día del partido de Gijón, no parece motivo de alivio, pues la espera, además de obligada, es la mejor vía para buscar la tranquilidad.
Resulta importante, esto sí, pedir a esos incondicionales seguidores blanquiazules que preparan su desplazamiento para ver en directo el partido, que lo hagan con la firme esperanza de que el equipo sabrá batirse en el Molinón en la forma y manera que nos vinieron prometiendo los jugadores de Miguel Ángel Lotina en estos días, antes de emprender hoy el viaje.