Johan Cruyff carga contra los clubes que amenazan con no disputar la próxima jornada del campeonato liguero porque exigen que se elimine la emisión de un partido en abierto. En una columna publicada ayer en El Periódico de Cataluña critica esta postura porque cree que «los clubes han adoptado una medida de fuerza a deshora», pues piensa que «las cosas se hablan, se estudian, se discuten». Y apunta que «será un disparate si este asunto desencadena un paro y se corre el calendario de la Liga, con el sinsentido que supone jugar la última jornada tras un paréntesis de 21 días».
El holandés cree que, aunque las arcas de las entidades engorden un poco más debido a esta medida de presión, eso no resolverá la crisis económica que atraviesan muchas de ellas. Cruyff segura que «el problema de los clubes no es de ingresos, sino de la gestión de ese dinero». Añade que «no por recibir más (televisión, quinielas, apuestas, publicidad...) estarán automáticamente más saneados». «Esto no es una regla de tres. Los malos gestores seguirán siendo malos ingresando 5 o 25», asegura. «La garantía de un puñado de euros extras no te hará mejor gestor».
Sostiene que los jugadores y los hinchas serán los más perjudicados si finalmente se produce el parón. «El fútbol no es un banco, es un placer. Una distracción, un divertimento para el aficionado. Y una profesión para el futbolista. Aficionados y futbolistas serán los más afectados en caso de que la Liga sufra algún tipo de variación», recuerda.
Además, piensa que no es el momento de que los seguidores afronten un gasto añadido para ver un partido. «Yo miraría un poco más por el aficionado. No arrastraría al aficionado al fútbol de pago en tiempos de crisis», dice. «No le quites un placer, una distracción que tiene gratis», agrega.
«Esto no es una regla de tres. Los malos gestores seguirán siendo malos ingresando 5 o 25»
Johan Cruyff