LeBron James, el rey sin corona

J.?M.?F. REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

26 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cumplirá 26 años el 30 de diciembre, pero está a punto de comenzar su séptima temporada en la NBA. LeBron James, un portento físico, un jugador que la campaña pasada promedió 29,7 puntos y 8,6 asistencias por partido, tiene prisa. Al Rey James le falta la corona, no le ha llegado con su exuberancia física ni con su indudable valor deportivo para alcanzar el título de la NBA. Incapaz de liderar a los suyos en la lucha por el anillo, el ególatra al que los puristas consideran más un producto de mercadotecnia que un jugador de talento, abandonó la que hasta ahora había sido su casa -Cleveland- para asociarse con otras estrellas.

En Miami, con Dwyane Wade y Chris Bosh (ex de Toronto) está obligado a luchar por el título. Un nuevo fiasco en su carrera incrementaría el desprecio de los que lo consideran un individualista incurable.

De cualquier forma, lo que sí ha representado el desembarco de James en Miami es una impresionante inyección económica en en el sur de Florida, cuantificada por algunos analistas en unos 2.700 millones de dólares.

Un ídolo en la soleada Miami, un personaje odiado en Ohio, e incomprendido por algunas de las leyendas de la NBA. «Nunca hubiera llamado a Larry Bird o a Magic Johnson para pedirles que jugáramos juntos», señaló Michael Jordan nada más conocerse que James abandonaba Cleveland. Más ácido con LeBron fue Charles Barkley. «Pudo ser realmente honorable si se hubiera quedado en Cleveland para intentar ganar un título», dijo el Gordo, que fue más allá al insistir en que lo que «no importa es cuántos títulos gane en Miami, pues será claramente el equipo de Wade».