Comienza el pulso a distancia por la Liga

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

El Barcelona inicia la defensa del título en Santander y Mourinho se estrena con el Madrid a domicilio ante el Mallorca de Laudrup

29 ago 2010 . Actualizado a las 03:45 h.

La Liga es una moneda lanzada al aire con dos caras, el Barcelona y el Real Madrid. En la temporada pasada se abrió una brecha gigantesca entre los dos grandes y la clase media del fútbol español. A diferencia de anteriores campañas, no hubo un tercero en discordia. Los dos candidatos inician hoy su carrera por el título. Los blancos arrancan a domicilio ante el Mallorca de un ilustre ex jugador del Madrid y del Barça, el danés Michael Laudrup ( 21 horas, Canal + ). El morbo está servido. Los culés debutan en el campo del Racing de Santander ( 19.00 h, Gol TV, Canal + Liga ). Es el comienzo de un pulso a distancia, de una guerra fría cuya temperatura subirá en los dos cara a cara, los clásicos, que pueden ser decisivos.

El duelo entre el Barcelona y el Madrid se ha convertido en una batalla de estilos. La apuesta de los merengues por José Mourinho es toda una declaración de intenciones. Florentino Pérez se olvida de la filigrana para incorporar al técnico que al frente del Inter doblegó al Barça en la Champions y que en el Chelsea ya había puesto a los azulgrana contra las cuerdas en la campaña 2008-2009. El técnico portugués es uno de los profetas que rinde culto al resultado por encima de todo. Y llega avalado por un palmarés envidiable.

El viraje merengue

Los fichajes del club madrileño son un síntoma del viraje. Si en la anterior temporada habían incorporado a hombres como Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema, para esta Liga han llegado jugadores como Özil, Khedira, Carvalho, Di María y Pedro León. Menos superventas de camisetas y más piezas para el rompecabezas de Mourinho.

La grada del Bernabéu suele estar poblada de paladares exigentes. La cuestión es si el hambre de títulos acallará al feudo blanco si se presentan capítulos de anemia futbolística de la mano del sistema de Mourinho. Y si el vestuario, todavía cargado de una buena dosis de galácticos, y el propio Florentino Pérez dejarán las riendas del equipo en manos de un entrenador que exige ser el protagonista y controlarlo absolutamente todo.

El Madrid afronta una etapa de cambios. El Barça, con Sandro Rosell en el presidencia, sigue inmerso en la era de Guardiola. Los culés volvieron a exhibir su fútbol en el partido de vuelta de la Supercopa de España, ante el Sevilla. Xavi, Iniesta y Messi siguen siendo sus señas de identidad, la esencia de su estilo. Y ya presume de su gran refuerzo: David Villa. Pero no logró atar a Cesc Fábregas, el futbolista que le faltaba a Guardiola para su colección de orfebres. El último fichaje ha sido Mascherano. Maradona llegó a decir que la albiceleste era Mascherano y diez más. Pero el jugador languideció en la soledad de la zona ancha de su selección en el pasado Mundial.

El Barcelona también ha tenido que gestionar la salida de futbolistas comprados a golpe de talonario la pasada temporada y que se han convertido en auténticos lastres económicos y deportivos para la entidad catalana. Envió de vuelta al Shakhtar a Chigrinsky, un fiasco con botas para el Barça. E Ibrahimovic finalmente se ha marchado al Milan. El delantero sueco, que en cierto modo frenaba el engranaje blaugrana, ya causa baja en este arranque de campeonato, que se antoja un juego a dos bandas.