El ataque lejano de Carlos Sastre fue una bonita locura. No tenía visos de triunfar, pero el español dio todo lo que pudo hasta el último momento. Salvo imprevistos, la gloria de París será para Alberto Contador, que resistió en un final muy emocionante. El madrileño no ha sido superior a Andy Schleck en la montaña, pero el luxemburgués es muy inferior a él en la crono y quedan 52 kilómetros totalmente llanos. En esta edición del Tour Contador no marcó grandes diferencias como en años anteriores. Quizá no alcanzó aquel nivel o puede que Schleck haya mejorado su rendimiento en las cumbres.
Samuel Sánchez dio otro pasito más de cara a subir al podio. Está demostrando que está a un altísimo nivel y si firma una crono similar a la que realizó hace dos años al final de la Vuelta a España podemos meter a dos españoles en el cajón de honor. Logró tiempo sobre Menchov en la subida al Tourmalet, con lo que, a pesar de su caída, tiene posibilidades.
Y no mencionar a Lance Armstrong no sería justo. La gran mayoría de corredores, si afrontaran su situación, se habrían bajado buscando alguna excusa. Pero él, que vino para estar con los mejores, sigue ahí. Es una gran lección.