Un 20% de mejora
El dispositivo cuyo uso se le atribuye a Cancellara fue desarrollado en el 2007 por la empresa de ingeniería mecánica Gruber, especializada en productos para aficionados al ciclismo. Un pequeño motor eléctrico con baterías que pesa unos 900 gramos se instala dentro de uno de los tubos que componen el cuadro de la bicicleta. El mecanismo, que queda así camuflado y no puede detectarse desde el exterior, impulsa los pedales a través de un eje, haciendo posible que el corredor incremente en un 20% su rendimiento.
Desde la UCI se asegura que en el próximo Tour de Francia probablemente las bicicletas serán examinadas de forma más exhaustiva. Hasta se plantea la opción de que pasen por un escáner.