A la quinta fue la vencida. LeBron James ha llevado a los Cavaliers de Cleveland a la cima de la NBA. A falta de un partido, el triunfo frente a Indiana Pacers (117-109) le ha asegurado la primera posición en la temporada regular, lo que además le proporciona la ventaja de cancha en todas las eliminatorias de los play off . «Es un paso más, pero un paso importante», reconoció LeBron, autor de 37 puntos en el último encuentro y, sin discusión, el candidato a hacerse, a sus 24 años y en su quinta campaña en la NBA, con el galardón de jugador más valioso de la liga.
De forma inesperada, ya que ningún pronóstico apostaba que los Cavaliers estarían a estas alturas por delante de los Celtics o de los Lakers, y por segunda vez en su historia Cleveland ha finalizado en primer lugar en la Conferencia Este, con un espectacular balance de 66 victorias en 81 partidos, incluyendo un impresionante registro de una sola derrota en casa, frente a los Lakers, en los 40 encuentros disputados como local.
Todo en los Cavaliers gira entorno al King James, el portento físico cuyo desembarco en la NBA ha sido tan impactante como se preveía. En su primera campaña (2002-03), con 18 años, lideró a un equipo que pasó de 17 triunfos a 35 con su sola presencia; la progresión continuó en las siguientes campañas (42, 50 y 50), hasta firmar en la actual las espectaculares 66 victorias, un balance que resiste la comparación con algunos de los grandes equipos de la historia.
A pesar de todo, James no ve a su equipo como el gran candidato para conquistar el anillo. «El favorito es el actual campeón», dijo refiriéndose a los Boston Celtics. El encuentro ante los Pacers resumió lo que ha sido toda la temporada de los Cavaliers, un equipo que ha encontrado, por fin, numerosos jugadores capaces de echar una mano a su gran estrella. Delonte West logró 20 puntos, Mo Williams (el gran fichaje del pasado verano y la principal ayuda ofensiva de James) hizo 18 y el veterano lituano Zydrunas Ilgauskas agregó 16 tantos y 10 rebotes.
El mérito de los Cavaliers es aún mayor si se tiene en cuenta que ya han acumulado 16 triunfos más que la temporada pasada (50) y que han sido capaces de sobreponerse a los continuos rumores que durante todo el año han colocado a LeBron James en la órbita de los Knicks de Nueva York, una franquicia con mayor impacto y posibilidades que los modestos Cavaliers.
James, en la temporada que menos minutos ha permanecido sobre la pista (37), ha firmado su mejor producción: 28,4 puntos, 7,6 rebotes y 7,2 asistencias. El secreto, además de la fortaleza al abrigo del Quicken Loan Arena, ha residido en dotar al espíritu defensivo de los últimos años del toque ofensivo de Mo Williams, el perfecto complemento exterior del gran LeBron James.