El corazón y The Kop, donde «siempre es posible»

La Voz

DEPORTES

20 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Mi corazón está con el Liverpool». Rafa Benítez acababa de ampliar contrato y ya daba más madera a sus incondicionales en el camino hacia las cotas de popularidad de las que solo el mítico Bill Shankly y su cuarto de las botas disfrutó entre los kopitas (entregados moradores de la grada de The Kop).

La hinchada más emblemática de Europa lleva tiempo rendida al técnico madrileño, de quien esperan les facilite el regreso a la época dorada del club y frene la sangría de títulos locales en favor de los diablos rojos, eternos enemigos íntimos.

El míster respondía ayer al fervor del público largándose una historia sobre los motivos de su renovación que demuestra que en cinco años no solo su físico se ha adaptado al estilo inglés. También su oratoria ha crecido a la altura de un país en el que los entrenadores dan tanto juego en el banquillo como en las salas de prensa.

«La semana pasada me encontré a un hincha del Liverpool que lleva la misma bandera a todos los partidos -explicaba Benítez-. La bandera tiene una foto mía y la frase ''siempre es posible'', escrita en español. Ondea en cada encuentro que jugamos en casa. La vi también en el Bernabéu, en el partido contra el Real Madrid y por fin la semana pasada pude hablar con el fan en Melwood [los campos de entrenamiento del club])».

El mensaje fue claro: «Me dijo que debía firmar un nuevo contrato y que esperaba que fuera por diez años». Aunque no tardó en cambiar de idea: «Mejor firma por veinte». Al final fue por cuatro años más el que aún quedaba por cumplir.

Seguro que el hombre de la bandera está decepcionado, porque de verdad esperaba tener a Benítez en el club de por vida. Aún antes de aquella milagrosa remontada ante el Milan en la final de Atenas, cuando Gerrard, Smicer y Xabi Alonso levantaron el 3-0 a ritmo del Nunca caminarás solo , el madrileño ya había demostrado una singular empatía con la grada, cansada del francés Houllier.

Fue la gente de The Kop la que salió en defensa del entrenador en los momentos más difíciles. Cuando su puesto peligraba, a finales del 2007, con duros cruces de declaraciones entre él y los dueños del club y una larga lista de sustitutos aireándose en la prensa, los hinchas procesionaron para pedir por su líder e inundaron los foros de amenazas contra Hicks y Gillet. Ahora, el éxito de Benítez es también el de los kopitas.