Cadel Evans asesta el primer golpe

B. Urraburu / Agencias

DEPORTES

09 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Alejandro Valverde no llegó con muy buena cara a la meta de Cholet. La contrarreloj fue su primer trago amargo en este Tour. Los tiempos intermedios del murciano reflejaban una cierta inconsistencia, una forma de rodar que no era la misma que había mostrado en la Dauphiné. No terminó de encontrarse a gusto en ningún momento del recorrido. Perder en 29,5 kilómetros 1 minuto y 7 segundos con respecto a Cadel Evans (Lotto) es un tiempo importante. Y un golpe psicológico. Pero más sorprendente todavía fue la victoria aplastante de Stefan Schumacher (Gerolsteiner), un buen corredor, pero no un especialista en la lucha contra el reloj. Schumacher pulverizó los registros, completó el recorrido en 35 minutos y 44 segundos, y se enfundó el maillot amarillo.

Si la etapa de ayer sirvió a los ilustres para tomar posiciones en la general, Valverde perdió algunos enteros. Dos de sus compañeros del Caisse d'Epargne firmaron mejores tiempos. Iván Gutiérrez acabó a 50 segundos de Schumacher. Y el gallego Óscar Pereiro finalizó a 1 min y 28 segundos del ganador.

De entre los favoritos al podio, Carlos Sastre (CSC) perdió menos tiempo que en otras ocasiones (1 minuto y 43 segundos). Denis Menchov (Rabobank) realizó una buena crono y recuperó parte de los 45 segundos que había perdido.

«No se ha perdido mucho»

Eusebio Unzué, director deportivo del Caisse d'Epargne, se consolaba tras la etapa. «Tampoco se ha perdido mucho», indicaba en referencia a Valverde. «Esta no era una crono ni para Alejandro ni para Óscar y al principio se pensaba perder en torno a 30 o 45 segundos respecto de Evans, pero se ha perdido un poco más», añadió. Unzué destacó la actuación de Cunego, que fue dos segundos mejor que Pereiro. «Solía perder más tiempo y esta vez ha estado a la altura de varios de los favoritos, incluso por encima de algunos de ellos. Pero la principal sorpresa es que no haya ganado Fabian Cancellara», indicó.

Cancellara acabó quinto, a más de medio minuto de un Schumacher exultante. El vencedor, que conquistó la medalla de bronce en el último Mundial, es uno de esos ciclistas que parece que nunca acaban de despegar. Dio positivo tras pasar un control de alcoholemia después de sufrir un accidente de tráfico el pasado mes de octubre. En el análisis de sangre que le realizaron después aparecieron restos de anfetaminas. Y no era la primera vez que Schumacher había tenido problemas. En el 2005 fue descalificado en la Vuelta a Renania-Palatinado, por uso de estimulantes cuando corría en el Lamonta. Pero ayer firmó la crono de su vida. Ahora es el nuevo líder. Hasta que haya una nueva batalla entre los favoritos.